Imagen de Antonio Raíllo -centro- junto a Pablo Ortells -izquierda- y Alfonso Díaz -derecha- tras hacer oficial su renovación con el Real Mallorca hasta 2026. | R.D.

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El Real Mallorca llega a la semana previa del inicio liguero con varios frentes abiertos, todos ellos de suma importancia y de difícil solución pese a la premura del arranque liguero. Sin embargo, el hecho de que el mercado se cierre el 31 de agosto permite dejar asuntos por resolver, aunque no sean del agrado de nadie. El último de los frentes lo protagoniza el central Antonio Raíllo, que maneja dos ofertas que doblan la ficha que percibe en el Mallorca y que ha puesto al club en una difícil encrucijada.

El primer síntoma de que algo raro ocurría pudo sospecharse el domingo en el partido amistoso ante el Spezia donde el capitán no portó el brazalete. Es cierto que durante la pretemporada quien había ocupado ese puesto fue Dani Rodríguez y Raíllo le indicó que siguiera así hasta el final. Sin embargo, un día antes del partido, el sábado concretamente, el jugador le comunicó al director deportivo, Pablo Ortells, que disponía de dos propuestas de consideración, una de ellas muy tendadora, concretamente del Cagliari, de la Serie A italiana tal y como avanzó Juanmi Sánchez en Marca y pudo confirmar este periódico. El Mallorca recibiría por el futbolista tres millones de euros, cantidad insuficiente para el club rojillo que le declara intransferible.

El pasado mes de abril el cordobés firmó una ampliación contrato hasta 2026 y el Mallorca le quiso tributar un homenaje con una ‘calle’ en los interiores del nuevo estadio de Son Moix. Sin embargo, durante estas últimas horas la oferta llegada desde Italia ha hecho temblar los cimientos de la entidad balear porque a nadie se le escaba el enorme valor deportivo que supone tener a un hombre como Antonio en la defensa. El pasado curso, sin ir más lejos, cuando él no estuvo en el campo el equipo lo notó y mucho. Ahora, contar o no con él, rompe los esquemas de Javier Aguirre a las puertas de arrancar el curso.

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En este escenario todo es posible, pero tal y como ocurre con Sergi Darder en el Espanyol y por el que suspira el Mallorca, si un jugador quiere cambiar de aires tiene argumentos y recursos para poder hacerlo más allá de que los contratos digan otra cosa y apunten lo contrario. De hecho, el fichaje del centrocampista de Artà es en estos momentos otro frente abierto en las oficinas de Son Moix y es de vital importancia resolverlo porque la situación entra en un camino de no retorno tanto para el futbolista como para ambos clubes. Lo ideal sería que el mallorquín no empezara la temporada en Segunda jugando contra el Albacete, pero los tiempos de las negociaciones en ocasiones son muy particulares.

Y por último está la situación de Antonio Sánchez, un futbolista al que se le ha comunicado que se le buscará destino porque no se cuenta con él de cara a la próxima temporada. De hecho, también llamó la atención el pasado domingo que no saliera con el diez a la espalda, su dorsal en el primer equipo y lo hiciera con otro diferente. Curiosamente en el último amistoso fue el jugador que desatascó la situación, anotó el gol del empate y cuajó una buena actuación. A Pablo Ortells se le van acumulando los problemas y el tiempo de cada vez corre más rápido. El Mallorca juega el sábado ante Las Palmas.

En la vuelta al trabajo del equipo este martes Antonio Raíllo ha sido uno de los grandes ausentes, lo que ha encendido aún más las alarmas. El central cordobés se ha ejercitado en el gimnasio y no ha saltado al terreno de juego, en principio por unas molestias, aunque desde el Real Mallorca no han especificado más allá sobre la situación en la que se encuentra el capitán a pocos días del estreno liguero de este sábado ante Las Palmas.