Manolo Reina recoge el trofeo. | Emilio Queirolo

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El nuevo Mallorca ya rueda. El equipo de Luis García Plaza subía por primera vez al cuadrilátero este domingo para seguir haciendo acopio de combustible y superaba a un digno Poblense que se mantenía a cubierto durante los noventa minutos de un partido característico de estas fechas que se quebraba tras el descanso. El cuadro bermellón solo tiraba la pared en el tiempo añadido gracias a un tanto de Martin Valjent, que después de adelantar su regreso al trabajo le daba a su equipo el trofeu de s’Agricultura (0-1).

El Mallorca descorchaba la tanda de bolos veraniegos con una cara muy parecida a la que lucía cuando se fue de vacaciones. Ni uno solo de los fichajes se colaba en el primer once de la pretemporada y solo uno de los cinco, Pablo Maffeo, tenía minutos durante el encuentro.

Tanto Ángel Rodríguez, que se incorporará a los entrenamientos esta semana, como Dominik, Jaume Costa y Amath, todos ellos con pequeños problemas físicos, se quedaban al margen del duelo que iba a marcar el punto de partida. De hecho, las únicas novedades del primer once de la 2021-22 eran las entradas de dos canteranos Javier Llabrés y Elías Chentouf. Reina seguía cuidando de la portería, con Sastre y Cufré por los costados y Raíllo y Russo en el eje; Sedlar y Salva Sevilla en la sala de máquinas, con Mollejo y Llabrés en los costados, Elías enganchando y Abdón en punta. Un plan habitual y reconocible.

Cuesta arriba

Al Mallorca se le atragantaba la presentación. Se encontraba de frente con un Poblense que ha sufrido cambios notables tras su paso por Segunda B y que aguantaba en pie muchos minutos pese a la diferencia de rango. De hecho, también se arrimaba con peligro a la parcela de Reina y estaba a punto de irse al descanso por delante en el marcador, aunque Pablo no acertaba con el remate. Hasta ese momento, los más destacados del Mallorca habían sido Llabrés —tuvo que marcharse lesionado en el segundo tiempo— y Salva Sevilla, que abría el verano como acabó la primavera: dirigiendo el tráfico del encuentro y mandando.

Después del descanso tanto Luis García Plaza como Pep Barceló repartían la carga entre sus hombres y cambiaban de arriba a abajo sus formaciones. En cualquier caso, el campo sí que se inclinaba hacia la portería azulgrana, defendida en el segundo acto por Nico. El Mallorca, con Galarreta al volante y un Brian Oliván muy insistente por su carril, convertía el pulso en un monólogo que interpretaba sobre el área local.

Mboula acariciaba el gol con un tiro lejano y casi a continuación, dos centros de Oliván, perfectamente asociado a Lago, estaban a punto de acabar en el fondo de la red y romper un equilibrio que solo afectaba al marcador. En pleno ejercicio de resistencia, el Poblense tenía que disputar el epílogo en inferioridad por la expulsión de Amer. Y cuando todo apuntaba a los penaltis, aparecía Valjent para convertir en gol un centro de Dani Rodríguez.