José Tirado, director general del Palma Futsal, posa para este diario.

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Con una capacidad innata para descubrir talento y revalorizar futbolistas, la vida de José Antonio Tirado Tallón (12-02-1977, Palma) no se entendería sin el fútbol sala. Es su pasión. Su ilusión. Su vida. De pequeño, mientras daba patadas al balón en San Cayetano o el Maganova -el embrión del actual Platges de Calvià- y se juntaba con su pandilla en Son Ferrer, ya jugaba a ser director deportivo. Compartió vestuario con Mateu Alemany en el Bar Gost, destapó como goleador en el Bodegas Bennàsar y AD Inca cuando era juvenil y militó durante casi un lustro en la Liga italiana -fue tercer máximo goleador de la Serie A- después de una mala experiencia en el Vijusa Valencia con apenas 18 años y de un efímero paso por el Fisiomedia Manacor -coincidió en la pista con Antonio Vadillo- en División de Plata. Regresó a España para debutar en la máxima categoría con el Manacor, donde colgó las botas para modelar junto al presidente Miquel Jaume el crecimiento de un club que se ha ganado el cariño de la afición mallorquina. Reposado y mirando ya a la Copa de España que arranca el jueves en Málaga, José Tirado expone sus sensaciones.

- Otra vez el Inter Movistar para abrir boca en la Copa de España. No tiene suerte el Palma con los sorteos...
Es cierto que no son beneficiosos para el Palma, pero no podemos quejarnos porque ya estamos acostumbrados. Nuestro objetivo es intentar llegar a la final, pero no podemos pretender ganar la Copa de España sin ganar a ningún grande.

- La temporada está marcada por los sobresaltos con las salidas de hombres clave y las lesiones.
Es una campaña extraña porque habíamos hecho una gran planificación incluso valorando la baja de Paradynski. Manteníamos a Mati Rosa, Bruno Taffy, Quintela y Ximbinha por lo que ofensivamente teníamos un potencial brutal. En pretemporada nos pagan la cláusula de Taffy, nos compran a Mati Rosa aunque tenemos la habilidad de que se quede con nosotros dos años más y se lesiona unos meses después, al igual que Quintela. Y el Barça viene a por Ximbinha haciendo una apuesta muy importante por él.

- Da la sensación de que el equipo arriba se ha debilitado.
Es una evidencia que nos hemos debilitado arriba, pero se ha compensado reforzando la parte defensiva. Somos el equipos menos goleado de la Liga y tenemos una gran solidez atrás. Hemos perdido gol, pero llevamos los partidos a uno o dos goles.

- Un ejemplo del crecimiento del Palma es que ahora existe el convencimiento, como así ha sido, de que se puede ganar a Inter, ElPozo o Barcelona.
Eso es así. Podemos competir con los grandes sin complejos y ganar a cualquiera. Ahora el equipo sí que se cree que podemos ganarles.

- El hecho de que los grandes se fijen en jugadores del Palma indica que se hacen las cosas bien. En su caso particular es conocido como el ‘Monchi’ del fútbol sala.
Nosotros tenemos muy claro cuál es nuestro rol en este mundo deportivo. A día de hoy no podemos competir con los grandes en ese sentido y tenemos que ser conscientes de dónde estamos. Muchos jugadores quieren venir al Palma porque somos un gran escaparate y una máquina de revalorizar jugadores. Como club nos enorgullece, aunque intentamos protegernos sobre eso. Gracias a todo muchos jugadores quieren venir aquí porque supone un paso para ir a un grande. Hemos traspasado a ocho o diez jugadores en los últimos ocho años.

- ¿Cómo lo hace para descubrir jugadores que después rinden tan bien?.
Intentamos trabajar con mucho tiempo de antelación. Cerramos el fichaje de Allan hace unos 14 meses, antes de ser internacional con Brasil o de ganar la Copa en su país. Tenemos que intentar llegar medio paso antes que el resto. Otra virtud de este club es la paciencia que tenemos con los extranjeros. Yo fui extranjero y sabemos qué significa irte a una Liga diferente. Hay ejemplos como los de Paradynski, Mati Rosa o Tomaz, que llegó para pasar una prueba un mes porque no jugaba en su país y lleva 7 años con nosotros. Nuestros jugadores sienten el club como algo suyo y ese arraigo es importante.

- ¿Cuál es la clave de crecimiento del club a nivel social?
La pasión y la ilusión que tenemos. Algunos dicen que igual ya no tenemos necesidad de ir a colegios o a torneos internacionales. Entonces, me pongo en la piel de cuando era niño. ¿Qué me gustaría que sucediera? Que vinieran mis ídolos al colegio o ir a Italia a jugar un torneo infantil. Contagiamos nuestra ilusión a la gente.

- ¿Cómo recuerda ahora su experiencia en la Liga italiana?
Allí adquirí un gran nivel competitivo y que lo primero es ganar... sea como sea. Era un jugador parecido a Quintela: guerrero, oportunista, rápido y con gol.

- ¿Cree que Vadillo entrenador le pondría ahora en el Palma Futsal?
Sí, yo creo que sí. Porque era un chico disciplinado tácticamente, sacrificado para el grupo y eso para Vadillo es importante.

- Un sueño
Ganar un título, aunque nuestro mayor título es el cariño de la gente. Lo más valioso del Palma es su afición.