La gimnasta israelí Ofir Netzer, en una imagen de archivo en la sala del CTEIB. | Teresa Ayuga -

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Cuando la política, y en este caso una guerra, interfieren en el mundo del deporte, sus daños colaterales sacuden también a quienes intentan vivir ajenos. E incluso ponen en peligro objetivos personales y profesionales del calado de una clasificación olímpica. Es lo que sufre desde la distancia la gimnasia israelí Ofir Netzer, que desde hace un lustro vive en Mallorca y se ejercita y compite con el Xelska Illes Balears en el CTEIB a las órdenes de Pedro Mir, a quien se ecomendó la dirección técnica de la deportista, referente de la gimnasia artística en su país, por desgracia ahora mismo mediatizado por el conflicto bélico con Hamás.

Una guerra que se ha colado en el sueño olímpico de Netzer, de 27 años, quien sigue aspirando a lograr una plaza para su país en vistas a representarle en los Juegos de París 2024, un reto que lleva años preparando en la Isla. Pero en el tramo decisivo, la guerra se ha colado en sus planes. Porque la participación de Ofir y del equipo israelí de gimnasia artística está en el aire en buena parte de las Copas del Mundo que se disputarán en los próximos dos meses, y que acabarán por repartir las plazas olímpicas.

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El club al que pertenece, el Xelska Illes Balears, trasladó esta circunstancia al explicar los planes de sus deportistas para las Copas del Mundo, señalando que no está asegurado el concurso de Ofir Netzer, a causao del conflicto palestino-israelí. Y es que, por motivos de seguridad, puede que la delegación hebrea opte por no desplazarse a las sedes de la competición, lo que mermará y reducirá sus opciones de clasificación para los Juegos de París, ya que se toman como referencia las tres mejores clasificaciones del circuito.

Por el momento, Netzer tiene en sus planes estar en la Copa del Mundo de El Cairo (Egipto), del 15 al 18 de febrero, a expensas de recibir noticias de su federación y de las autoridades de su país. Tras ellas, llegan otras paradas en Cottbus (Alemania), Bakú (Azerbaiyán) y Doha (Catar), donde a mediados de abril quedará decidido quiénes competirán en los Juegos. Y si la guerra ha acabado con el sueño olímpico de Ofir.