Aina Bauzá, a bordo del 'Redó by Ànima Negra', en el Palma International Boat Show. | Teresa Ayuga

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Aparcó hace dos años su sueño olímpico por otro de mayor calado: atravesar el Atlántico en solitario y ser la primera regatista mallorquina y balear en conseguirlo. A sus 28 años, Aina Bauzá está más cerca de la línea de salida de Les Sables d'Olonne (Francia), donde el próximo 24 de septiembre arrancará la Mini Transat 2023. Una regata que cruzará el océano con meta en la isla caribeña de Guadalupe y una parada intermedia en Canarias, en La Palma. «Lo tenemos cerquita, pero no hemos llegado al muelle todavía», bromea la deportista, que estos días exhibe su preciada embarcación en el Palma International Boat Show.

Porque a bordo del 'Redó by Ànima Negra', Aina Bauzá (CV Port d'Andratx) se ha propuesto «hacer algo especial, ilusionante, motivante... Cumplir un sueño, vamos», refiere con la permanente sonrisa que define a esta apasionada del mar, que se embarcará en su barco de 6'50 metros de eslora. Quiere ser también la quinta española en la historia en cruzar el Atlántico en solitario (más de 4.000 millas náuticas) dentro de una participación en la que la cuota femenina alcanza el diez por ciento.

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La regatista mallorquina, a bordo del 'Redó by Ànima Negra'. Foto: Teresa Ayuga

A cinco meses de soltar amarras, Aina Bauzá está en lista de espera, «pero confío entrar y tengo mis opciones, pues hice las millas reglamentarias antes de noviembre de 2022». Nada menos que 1.500 en competición y 1.000 sola y sin escalas. «Llevo 2.200 en competición y lo tengo todo a punto. Son dos años preparando el proyecto y ya uno desde que llegó el 'Redó by Ànima Negra'», prosigue la mallorquina que, en caso de no ser admitida finalmente, se plantea «otro reto similar... Ya que lo tengo todo, le doy vueltas a un 'Plan B'», confiesa, con una travesía transoceánica en solitario como prioridad.

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Agradece, además, el apoyo recibido por los patrocinadores y colaboradores que se han sumado. «Todos, en mayor o menor medida, han hecho posible llegar a este punto. Ahora, quiero compartir con ellos el camino recorrido y espero que poder hacerles visibles en la salida de Les Sables d'Olonne», punto de encuentro de la flota de la Mini Transat en septiembre próximo. Allí quiere estar el 'Redó by Ànima Negra' de Aina Bauzá, construido en Polonia, desde donde ella misma lo trasladó hasta España meses atrás.

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La regatista mallorquina, posando en el 'Redó by Ànima Negra'. Foto: Teresa Ayuga

La preparación y el 'modo' Mini Transat 2023 están ya enfocados, con regatas como la SoloMed (8 de mayo) en el horizonte y tras participar en la 'Regata 100 Milles Entre Illes'. A corto plazo, pondrá a punto al 'Redó by Ànima Negra' en Astilleros de Mallorca, «y para el mes de junio tendré más competiciones en Francia», a la espera entre junio y julio de recibir la confirmación definitiva de su participación en la gran prueba de la clase Mini 6.50. «Tenemos el barco nuevo con más millas conseguidas, hemos hecho los deberes y me siento orgullosa de ello», recuerda, a la vez que deja claro que «queda mucho trabajo todavía, pero los resultados acompañan y ahora es entrenar, competir y rodarse», refiere Aina Bauzá, la mallorquina que quiere hacer historia cruzando el Atlántico en solitario, un modo de vida que apasiona a la deportista del Club de Vela del Port d'Andratx.

Porque la Mini Transat es una prueba deportiva, sí. Pero también un test de supervivencia. Los alimentos se reducen a todo lo que se pueden conservar sin nevera y su preparación se limita a añador agua hirviendo. El baño es un cubo y la cama son las velas que no está en navegación, siempre que estén secas... El barco navega durante las 24 horas del día y, para sobrellevar este ritmo, los regatistas aplican el sueño polifásico, durmiento en intervalos de pequeñas siestas que no duran más de 20 minutos, lo que supone sumar entre 4 y 5 horas diarias de descanso como tal.

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La regatista mallorquina Aina Bauzá (CV Port d'Andratx). Foto: Teresa Ayuga

El riesgo existe, y cualquier despiste te puede costar el abandono. Sin ayuda y en solitario, cualquier problema lo deberá solucionar Aina, toda vez que el barco más próximo podría estar a tres o más días de distancia de su localización. Por ello, los participantes deben saber de mantenimiento, velería, electricidad... incluso primeros auxilios. Porque durante un mes de travesía, todo es posible, aunque la experiencia de Aina Bauzá le hace encarar con ilusión el reto que lleva años preparando: la Mini Transat 2023.