Enric Mas.

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Relajado y satisfecho por el trabajo realizado en una primera semana «salvaje», Enric Mas afrontaba la primera jornada de descanso del Tour de Francia dispuesto a cargar pilar y con la motivación de estar metido de lleno en la pelea por un podio que tiene en su mano, «aunque puede pasar cualquier cosa y hemos visto de todo en esta carrera», asegura el ciclista de Artà, jefe de filas del Movistar Team y sexto en la general, a más de cinco minutos del líder Tadej Pogacar, pero a segundos del cajón provisional de los Campos Elíseos.

Mas, que sufrió una caída dura en la etapa del domingo, camino de Tignes, supo recuperarse y entrar en el grupo delantero. «Me he levantado mejor de lo esperado», aseguraba en el encuentro semanal con los medios del Movistar Team, esperando que «los golpes y las heridas no me limiten nada en lo que queda de Tour».

En un grupo de una decena de corredores que pelean por el podio tras el díptico alpino, recalca más la presencia del ganador en Tignes, el australiano Ben O'Connor (AG2R Citroen), a quien «será duro sacarle el tiempo que nos lleva».

Tras nueve jornadas plagadas de emoción, incidentes, caídas, Enric Mas, de 26 años, habla de este primer tramo de Tour como «una semana completa... Dos días de caídas, otro largo de 250 kilómetros con calor, dos de frío, lluvia y montaña... Al margen de caerme, creo que hemos salido bien parados», admitió el balear, mejor español en la clasificación general y asentado en el Top 10.

La superioridad de Pogacar en los Alpes ha reventado la carrera a favor del esloveno, aunque Enric lamenta haber cedido tiempo en la ascensión final del domingo, donde admite «que hicimos un fallo al no seguirle, por miedo a que no hiciera lo del día anterior. Pero queda mucha carrera y va a ser una batalla bonita, en especial por la general», añadía el de Artà.

Del percance del domingo recuerda que fue al pisar la línea blanca del asfalto, «resbalé y no me hice nada, comparado con lo que pudo ser...», recordando la importancia de Alejandro Valverde como ángel de la guarda, ofreciéndole enseguida su bicicleta para seguir en carrera e ingresar de nuevo en el grupo de favoritos. «Será más valioso que el año pasado. Pero él (Valverde) y todo el equipo», aseveró Mas, quien no quiso hacer referencia al tan comentado intercambio de opiniones con el polaco Michal Kwiatkowski tras la jornada del viernes.

La igualdad en la pelea por el podio será uno de los argumentos que anime el resto de Tour, «pues estamos en un rango pequeño de tiempo y hemos de jugar nuestras bazas, teniendo delante Pirineos, etapas, llanas y una crono que marcará diferencias».

Reconoce Enric que «el maillot amarillo está alejado del grupo que lucha por el podio», pero a la vez recuerda que llevan nueve etapas «y quedan muchos días en los que el tiempo cambiará, y entonces, jugaremos nuestras bazas». Eso sí, la superioridad de Pogacar no le resta un ápice de ambición al mallorquín. "No me tiene la moral comida. Sabemos dónde estamos y que cualquier día se puede perder mucho tiempo. Hemos visto a mucha gente buena ceder una minutada en el Tour. Puede pasar de todo todavía", proseguía el líder del Movistar Team.

Una etapa clave puede ser la del miércoles, con la doble ascensión al Mont Ventoux que semanas atrás calibró junto a Miguel Ángel López. Para Mas "la última subida será de eliminación y veremos que habrá diferencias, seguro. La primera será para que algún equipo desgaste a rivales".

Con casi dos semanas de carrera por delante, Enric Mas es optimista viendo su progresión ascendente en las grandes vueltas, en las que ofrece lo mejor de su repertorio en el tramo final. Y tiene buenas sensaciones. "He llegado mejor que el año pasado y de lo que estoy acostumbrado, y si en todas las carreras de tres semanas he ido a más, en esta no será diferente. Eso espero", apostillaba el quinto clasificado en 2020, que pretende dar el salto al podio que se ha fijado como meta y no renuncia a nada.