Imagen del responsable de la organización de la Mallorca 312, Xisco Lliteras. | Fernando Fernández

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Una logística como la que rodea a la Mallorca 312-Giant-Taiwan la ubica como uno de los eventos deportivos de referencia en la Isla. En los albores de su décima edición, ya consolidada en el calendario internacional, la marcha cicloturista aguarda este próximo sábado su edición más especial.

Alberto Contador será el dorsal 312, recogiendo el testigo de otros ilustres como Miguel Indurain, Pedro Horrillo, Óscar Freire, Sean Kelly, Ivan Basso o Joseba Beloki, que estarán presentes en la línea de salida dando su apoyo al equipo que encabeza Xisco Lliteras. El director general del evento destaca la complejidad de la operatividad de la cita, pero también el trabajo realizado para que la afición mallorquina haga suya una prueba cuya repercusión a escala mundial es su mejor carta de presentación.

¿Se imaginaban en los inicios que ‘su’ Mallorca 312 iba a alcanzar estas cotas?
— Para nada... Cuando empezamos, nunca podíamos imaginar esta repercusión. En la segunda y tercera edición, aspirábamos a contar con dos o tres mil participantes, que ya eran números importantes, pero echando la vista hacia atrás, la verdad es que es algo espectacular.

¿Dónde reside el desafío para los organizadores?
— No es una marcha al uso. Somos un poco víctimas de la distancia, de esos 312 kilómetros (hay versiones de 225 y 167). Es un reto a nivel logístico, de hecho, cada año el reto es mayor, pese a contar con todos los informes favorables y con la colaboración de las instituciones, los ayuntamientos, policías locales, Guardia Civil, Protección Civil... En total, se movilizan unas 850 personas, lo que deja claro el volumen del mismo.

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Otra labor en la que han incidido es la de evitar inconvenientes durante la jornada de la marcha...
— Sabemos que es un acontecimiento que, por su magnitud, puede provocar molestias, pero estamos también convencidos de que sus beneficios para las zonas de paso son superiores. Hemos trabajado para frenar esos inconvenientes, con información, cartelería, anuncios en prensa y radio, con el puerta a puerta, creando una línea telefónica, con paneles en las carreteras... En 2016, sabemos que era mejorable, pero la gente no sabía lo que se encontraría. Y ahora, esa gente ya sabe lo que es la Mallorca 312 y se planifica para convivir ese día. Con el tiempo, se ha conseguido esa meta. Por ejemplo, el pasado año tuvimos un escenario tranquilo, con pocas incidencias, demostrando que la política de comunicación fue efectiva. Y seguiremos con ella, pues ha funcionado.

La presencia de Alberto Contador es todo un aliciente añadido para la décima edición.
— Hemos querido tener a todos los dorsales 312, aunque algunos no han podido venir, como Perico Delgado o ‘Purito’ Rodríguez. Alberto Contador da lustre a los diez años, junto con los demás. También Pedro Horrillo ha querido colaborar escribiendo un libro... Todos han ayudado a llegar a este punto. Y, además, junto con la Federació de Ciclisme de les Illes Balears, haremos una carrera infantil para que los más pequeños disfruten del montaje de la prueba. Queremos que sea una fiesta para todos, pequeños y mayores.

¿Qué cifras maneja una prueba de estas características?
— Nada menos que 850 personas de la organización, junto a los 8.000 participantes, de los que 2.500 son mallorquines. Movilizamos a 150 empresas, el 90% de la Isla, y en cuanto a los inscritos, unos 2.600 llegan del Reino Unido, siendo junto a España, Alemania y Bélgica los principales países. Pero también llega gente de China, Nueva Zelanda, Australia, Sudáfrica o Argentina. Con todo ello, somos una marcha comprometida con el medio ambiente, evitando el uso de envases de plástico.

¿Y su repercusión?
— Mallorca ya es un referente en cicloturismo, pero hemos conseguido, en 2018, hasta 106 millones de impactos mediáticos, con un impacto económico directo de 9 millones de euros. Nos comparan con las grandes pruebas, con gran tradición, y los touroperadores contactan con nosotros por su trascendencia. Pero el reconocimiento que más nos llega, es el de los propios participantes, los protagonistas.