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Patricia Rodríguez|LONDRES
Novak Djokovic se impuso ayer en el O2 londinense a un Rafael Nadal que sufrió molestias físicas en el último partido del 'round robin' del Masters por 7-6 (5) y 6-3, un resultado que da opciones al primero de acceder a las semifinales del torneo y le permite aspirar a concluir la temporada como número 2. El serbio precisaba una victoria de Robin Soderling sobre Davydenko en el encuentro que el sueco y el ruso disputaban al cierre de esta edición. Soderling ya estaba clasificado para las semifinales, mientras que Davydenko necesitaba una victoria para dejar a 'Nole' en el camino y enfrentarse con Federer en la siguiente fase.

En 1 hora y 57 minutos fue Djokovic el hombre que logró firmar el triunfo que necesitaba para seguir soñando con meterse en la penúltima ronda de la competición de «elegidos» dentro del grupo B. En el caso hipotético de que el serbio conquistara el Masters lograría daría el número 2, en poder, ahora mismo, de Nadal.

Con necesidad de finiquitar este compromiso de la liguilla con una victoria, el tenista serbio desenfundó las armas de la determinación y la concentración ante un Nadal que empezó perdiendo su servicio ya en el primer juego.

Fue un set que duró algo más de una hora en el que «Nole» convirtió 2 bolas de break de las 5 ocasiones que le dio su rival, quien también echó abajo el servicio del balear al romperle en las dos ocasiones de las que dispuso.

Nadal, sin alicientes, prácticamente, en el Masters, trató de dar una versión mejorada del juego que lleva exhibiendo a lo largo de esta Copa.
A su oponente, «Nole», lo conoce bien. Es un jugador que despista al que lleva ventaja en número de victorias (14-6 a favor del balear) y que ayer acumuló un total de 21 «winners» (Nadal hizo 12).

Ambos jugadores pusieron en marcha un tenis agresivo con peloteos largos y cometiendo, en esta manga, infinidad de errores, 20 Nadal y tres más su oponente quien le ganó en número de «winners» al rubricar 11, ocho más que el mallorquín.

La «muerte súbita» tuvo la última palabra, que favoreció a un Djokovic cada vez más centrado y más acertado en sus golpes y obcecado en terminar su encuentro con Nadal agarrado al flotador que podría llevarle hasta las «semis».

Aunque se vio a un Nadal más serio que en sus dos primeros encuentros -contra Soderling y Davydenko-, el número 2 tuvo un susto en el segundo acto, en el que necesitó asistencia del fisioterapeuta por un problema en la zona lumbar que afectó el juego y la concentración del segundo del cuadro. Fue un antes y un después. A partir de ahí se notó cómo el zurdo de Manacor perdía fuelle y se venía abajo.

Nadal, que llegó a salvar 2 match point en el noveno juego del segundo set, tuvo en su poder la posibilidad de hacer «break» en el 5-3, ocasión que le negó «Nole», decidido a no perder su servicio en un momento definitorio.

«Djoko» se aseguró de no errar en el tercer «match point». El serbio afinó todas sus armas para firmar la importante victoria en poco menos de 2 horas.
Nadal reconoció sentirse «triste», aunque desmintió sentirse «decepcionado» por sus resultados. «Lo estaría si hubiese llegado aquí con grandes esperanzas de ganar, pero no es el caso, no tenía esa sensación. Sabía antes de jugar el torneo que sería realmente duro», aseguró Nadal. «Lo intenté, dí lo mejor de mí y creo que mejorado un poco pero así es el tenis, he estado jugando contra los mejores del mundo y no me resultó suficiente sobre esta superficie», valoró Nadal, que adelantó que «quiero terminar el año ganando, es una gran motivación para mí, tengo la oportunidad de jugar bien sobre tierra y ganar algo importante para mi país y para mis compañeros», explicó.

En cuanto a las molestias que sufrió explicó: «Sentí un dolor en la espalda, luego sentí un pinchazo al sacar y me dolía al hacer la rotación en el revés. No me lo he tratado porque he tenido el control antidopaje», dijo el tenista manacorí.