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La historia ha querido que el Ourense vuelve a pisar el parqué del Palau en la categoría que salvó a costa del entonces Inca. Hoy (21 horas), el Bàsquet Mallorca quiere tomarse una revancha a pequeña escala del descenso al que los gallegos condenaron al cinco de es Raiguer un 7 de mayo de 2004. Poco más de cinco años después, Sony Vázquez y Alberto Alzamora son los guardianes de los recuerdos de una noche que los de Xavi Sastre -por entonces entrenador inquense- quieren olvidar definitivamente.

El retorno de los gallegos a la LEB Oro llegó casi sin quererlo, y su puesta de largo no pudo ser más intimidatoria. Derrotaron al León (85-83) en el Pazo Paco Paz y pretenden frenar a un Mallorca que sacó partido no muy lejos de allí. Los naranjas tumbaron al improvosado Vigo (64-69) y buscan una segunda victoria que multiplique sus expectativas en el camino hacia la permanencia. Con Green entre algodones al sufrir un golpe en el tobillo y el base francés Fabien Fond preparado para arañar minutos a Riera y Biviá, los isleños quieren hacerse fuertes en su centro de operaciones y dar un salto de calidad a costa de un adversario que llega dispuesto a hacer que la historia se repita. Y argumentos no les sobran. Desde la experiencia de Vázquez o Coego, al físico de Lucho Fernández y Yao Koffi, los orensanos han conseguido componer un bloque bien armado en el perímetro y que defiende al límite. «Su juego en ataque es un poco anárquico, aunque su calidad individual hace que logren anotar con facilidad. El de mañana -por hoy- será un partido muy duro, deberemos hacer las cosas muy bien para ganar» comentó Xavi Sastre. De la misma manera, recordó que los gallegos «son un equipo durísimo, cometen muchas faltas innecesarias y defienden muy bien las líneas de pase». Sobre su juego interior, el preparador recordó que «nuestros pívots tendrán que trabajar muy fuerte para anotar».

Tensión
Sastre no quiere que la tensión disminuya en el grupo, pese a la victoria con la que abrieron la temporada. «El hecho de ganar en la primera jornada nos da cierta tranquilidad, pero en ningún caso relajación», espetó el técnico, quien dejó ver que «el equipo está muy ilusionado con poder ofrecer a la afición la primera victoria en casa».

La incorporación de Fabien Fond supone un aliciente añadido para el debut en casa del Mallorca, y Xavi no esconde que «nos puede aportar experiencia, dirección y una rotación más en el equipo. Si el transfer llega a tiempo podría debutar» concluyó el entrenador isleño.

Tras las buenas vibraciones emitidas en el partido de presentación ante el ViveMenorca, el Bàsquet Mallorca quiere encandilar a sus incondicionales y, de paso, agrandar su colchón en los primeros compases de la competición regular.