El Real Mallorca vuelve a necesitar al mejor Alemany. Tras la frustrada venta del club, el presidente de la SAD Balear volverá hoy a enfundarse el traje que le ha valido convertirse en uno de los mejores negociadores del fútbol español para tratar de encontrar con máxima urgencia de cuatro a cinco fichajes que permitan a Manzano respirar tranquilo y a la afición volver a ilusionarse. Sin embargo, nadie tiene que pensar en rememorar tiempos pretéritos donde venían futbolistas con cartel y cuyo rendimiento estaba garantizado tarde o temprano.
Salvo las dudas que despierta el proyecto por la convulsión vivida en el club este mes de julio, el mejor aval es el discurso pausado de su propietario. «Tendremos un buen equipo», asegura el abogado de Andratx. No hay por qué dudar, pero no es menos cierto que el presidente deberá realizar un ejercicio de imaginación financiera y también de persuasión hacia los futbolistas que puedan ser candidatos a vestir la camiseta del Mallorca con vistas a la próxima temporada.
«Esperemos que vengan lo antes posible y como mínimo tener quince días para trabajar con ellos. No es mucho pedir», djio Gregorio Manzano nada más aterrizar en Palma proveniente del stage de Austria. Y es que el entrenador trabaja con lo que tiene, es decir, con medio equipo titular, porque el otro medio está por venir. Hombres como Lionel Scaloni, llamado a ocupar el lateral derecho si baja sus pretensiones económicas, así como un central, un jugador de banda y un organizador son las peticiones de un técnico que vuelve una año a mirar a su alrededor y ver sólo los cimientos de un equipo, pero tanto la estructura y el cuerpo definitivo del grupo están todavía por definir.
El escenario es uno de los peores de estos últimos años. El club tiene liquidez para afrontar el día a día y el pago de casi dos millones de euros al Athletic Club para poder tramitar la ficha de nuevos refuerzos en la Liga. A partir de ahí, el Mallorca trabaja sin opciones de invertir y espera posibles alternativas que lleguen desde Barcelona y Madrid, dos equipos con cuyos presidentes a Alemany le une una gran relación y que puede ser clave a la hora de intentar 'pescar' en las canteras de ambos clubes o en su caso estar bien posicionado para hacerse con alguno de los descartes que puedan ir confirmando en los próximos días.
Mientras Alemany trata de centrar toda su atención en la planificación deportiva, no olvida ni él ni los posibles compradores que el club sigue en venta, aunque en estos momentos todas las partes implicadas saben que la discrección es la base fundamental de posibles acuerdos de cara al futuro. Discrección para que el equipo no vuelva a situarse en un segundo plano y sobre todo para evitar nuevos capítulos como los vividos el pasado julio con la frustrada venta al empreasrio Carlos González. Sin embargo, las opciones representadas tanto por Llorenç Serra Ferrer como por el abogado Tomeu Vidal continúan en la recámara, dispuestas a seguir hablando de cara al futuro, pero conscientes de que a día de hoy lo fundamental es construir un equipo y confeccionar un proyecto.
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