Impulsado por el fútbol ofensivo del que ha alardeado desde la apertura del curso, el conjunto de Pep Guardiola sacó adelante el compromiso con autoridad gracias a los tantos del argentino Leo Messi y del malí Seydou Keita. Goles que nutren la cosecha barcelonista: 36 a favor y 8 en contra en los once encuentros hasta ahora jugados.
La presión que ejerció el conjunto azulgrana desde el principio sometió al cuadro local, encajonado en su área y pendiente, sólo, de una esporádica ocasión de salir al contraataque. Apenas contó con opciones. Y centró sus esfuerzos en evitar la sangría de goles con la que el Barcelona suele propinar a sus adversarios.
Al contrario de lo habitual, el cuadro de Guardiola tardó más de 50 minutos en romper la barrera local. Suele sentenciar los choques en los primeros minutos el equipo catalán, que en esta ocasión alcanzó el intermedio sin haber logrado batir a Asier Riesgo. No obstante, disfrutó de numerosas ocasiones para obtener un premio mayor.
El encuentro adoptó el guión esperado a la vuelta de vestuarios. Una jugada ensayada, en una falta ejecutada por Xavi Hernández, puso el partido de cara para el Barcelona. La acción la aprovechó Messi, que, dentro del área, llevó el balón dentro de la meta de Riesgo. En la recta final, Keita sentenció el choque.
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