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Miquel Alzamora El Real Mallorca anda metido en excesivas dudas y su trayectoria en el campeonato regular marca un claro desequilibrio que le impide despegar y, por el contrario, continúa mirando con demasiada alegría los puestos de descenso.

Echando un vistazo a la estadística y a los números del equipo en esta última fase de la temporada, el once balear ha conseguido dos victorias desde el 27 de octubre. Es decir, de los últimos quince partidos, sólo ha conseguido dos victorias; frente al Sevilla en el Sánchez Pizjuán (1-2) y ante el Atlético de Madrid en Son Moix (1-0). En el resto de partidos el equipo rojillo ha ido moviéndose entre empates más o menos sobresalientes como ante el Zaragoza y Villarreal con otros mucho menos honrosos y que le han impedido asumir un rol mucho más importante en el campeonato regular. De hecho el conjunto bermellón está incluido en el grupo de equipos que menos victorias han cosechado en el presente campeonato. El peor es el Levante con tres, le sigue el Murcia con cinco y luego se sitúa un grupo de equipos con seis formado por Mallorca, Athletic, Betis, Recreativo y Deportivo. El equipo balear 'vive' de los numerosos empates que ha podido cosechar durante esta Liga, diez en total, lo que le convierte en el grupo que más veces ha terminado un partido en tablas. Pese a sacar buen rédito de esta circunstancia, no es menos cierto que se han dejado de ganar también muchos puntos en partidos asequibles, pero que por una u otra circunstancia no han logrado definirse. Escudados de forma especial en los errores arbitrales, que sí ha sufrido, el equipo se ha dejado puntos frente a conjuntos contra los que una victoria hubiera servido para aumentar la brecha con los puestos de descenso. Es el caso de los empates logrados frente al Deportivo, Murcia, Athletic Club de Bilbao o Levante. Equipos todos ellos que no se han caracterizado esta temporada por ser especialmente mordientes y cuya irregularidad les ha instalado en los puestos bajos de la clasificación. De hecho todos siguen ahí instalados, por debajo del Mallorca en cuanto a las posiciones que ocupan, pero cerca en cuanto a la puntuación.

Los equipos metidos en el vagón de cola continúan todos metidos en un verdadero pañuelo, del que parece imposible que nadie pueda despegar ni imponerse con calidad al resto. No es cuestión de calidad, tal vez todo lo contrario. La mediocridad se ha instalado en la zona caliente de la tabla que tiene un descendido seguro, el Levante, las otras dos plazas no tienen todavía un candidato claro.