TW
0

Carlos Montes de Oca |MADRID
El Mallorca sigue soñando con la Copa. Finalista en 1991 (cayó en la prórroga ante el Atlético) y 1998 (frente al Barça en los penaltis) y campeón en 2003 (goleó al Recreativo), el grupo de Gregorio Manzano comienza a vislumbrar la posibilidad de alcanzar la cuarta final de su historia, la cuarta en los tres últimos lustros. Con la histórica clasificación de ayer en el Santiago Bernabéu (es la primera vez que apea a un grande jugando el partido de vuelta a domicilio) las huestes bermellones divisan un horizonte despejado. En cuartos de final se medirán al Getafe, un adversario asequible y con la teórica ventaja de jugar el partido de vuelta en el ONO Estadi el miércoles 30. Claro que antes, el día 23, aparece la ida en el Coliseum Alfonso Pérez ante un contrincante que el pasado año alcanzó la final del torneo, cayendo frente al Sevilla, ya eliminado por otra parte.

Y en semifinales, dependerá de la suerte que le depare el bombo. En principio, para esa penúltima ronda, Barça (se cruza con el Villarreal) y Atlético o Valencia, serían los rivales a evitar. La “cenicienta" podría salir del enfrentamiento que dirimirán Racing y Athletic de Bilbao. Sea cual sea el sorteo, el Mallorca tiene la estadística a su favor en caso de superar al Getafe. Y es que el grupo balear jamás ha perdido una eliminatoria en semifinales. Siempre que ha alcanzado ese penúltimo peldaño, en las tres ocasiones precedentes, ha logrado escalarlo para meterse en la final.

La victoria de ayer en el Santiago Bernabéu (es la primera victoria que logra sin Samuel Etoo en sus filas) confirma al Mallorca como la última bestia negra del madridismo. De hecho, ha logrado puntuar en seis de sus diez últimas visitas, consiguiendo cuatro triunfos y dos empates. Ha marcado 17 goles a favor, recibiendo sólo uno más (18). A esto hay que añadir las dos eliminaciones copera que ha sufrido el Madrid en el último lustro ante el conjunto insular.

Por encima de todo, hay un dato que hace frotar las manos a los amantes de las estadísticas. Y es que el ganador de la eliminatoria Real Madrid-Mallorca se ha proclamado campeón. Lo fue el conjunto blanco, entonces dirigido por Benito Floro, en la temporada 1992-93, cuando se enfrentó al Mallorca, de Segunda División, y le apeó en el partido de vuelta disputado ante su hinchada (3-0). Y lo fue la escuadra bermellona en la campaña 2002-03, también con Manzano en la dirección técnica. Tras igualar en la capital (1-1), destrozaron a los blancos en casa (4-0) gracias a una magistral actuación de Samuel Etoo, autor de dos goles. Fernando Niño y Walter Pandiani completaron el festival bermellón, que meses más tarde se alzaría con el título de Copa por primera vez en su historia. ¿Se cumplirá la tradición a la terceraÂ…?