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La «Armada» balear capitaneada por Rafael Nadal y Carlos Moyà puso ayer rumbo a los cuartos de final del Masters Series de Hamburgo tras superar a Igor Andreev y James Blake respectivamente. El número dos del mundo superó 6-4 y 6-1 a su último verdugo sobre tierra batida mientras que el palmesano acabó con su segundo cabeza de serie consecutivo y tumbó al estadounidense con una gran remontada que acredita sus buenas sensaciones en suelo germano. Nadal se impuso al ruso Igor Andreev, el último jugador que le ganó en tierra batida en abril de 2005, por 6-4 y 6-1. Pese a que por el resultado pueda parecer que Nadal tuvo una victoria fácil, la número 79 de forma consecutiva, el número dos del mundo y del torneo tuvo que esforzarse y luchar para conseguir la victoria. La hora y media que duró el partido, de sólo 17 juegos, es una buena prueba. No fue un partido brillante en cuanto a nivel de tenis, ni tampoco especialmente físico. Fueron dos sets trabados, en los que Andreev peleó cada bola e intentó poner en aprietos a Nadal, con la intención de que recordara aquel partido de cuartos de final del Open Comunidad Valenciana de 2005.

Andreev hizo un buen planteamiento, pero falló en lo básico, en que Nadal lleva dos años creciendo hasta lo más alto y en que los campeones no se acuerdan del pasado y sólo piensan en la próxima victoria. Nadal se enfrentará en cuartos de final al vencedor del partido entre el chileno Fernando González y el austríaco Jurgen Melzer. Por su parte, Carlos Moyà, que en la próxima ronda se medirá a Novak Djokovic, recuperó sensaciones que hace tiempo no sentía y consiguió el pase a los cuartos por 1-6, 6-3 y 6-3 en una hora y media de partido. Moyà comenzó muy mal y en apenas 18 minutos perdió el primer set por 6-1 y no se llevó un rosco de auténtico milagro. Con tan mal preámbulo, todo parecía del lado del norteamericano, que en los últimos cinco enfrentamientos entre ambos siempre se había impuesto tanto en hierba como en polvo de ladrillo.

No comenzó mucho mejor la segunda manga al perder el mallorquín su primer servicio. Fue el punto de inflexión. Moyà ganó los siguientes tres juegos, con dos breaks sobre Blake, y comenzó a ser el jugador de hace unos años, cuando llegó a lo más alto de la clasificación mundial. Por momentos Moyà exhibió su tenis de calidad de antaño, pero sobretodo, y eso le hizo quizá acabar ganando el partido, recuperó la confianza en sus golpes y en su raqueta. Con 6-3 Moyà igualó la contienda. En el tercer y definitivo set pudo pasar de todo, porque los dos jugadores se desmelenaron y mantuvieron la igualdad en el marcador ganando y perdiendo su saque de forma consecutiva, hasta que el mallorquín rompió la tendencia y confirmó, ganando su servicio en el sexto juego, la rotura anterior del de James Blake.