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El Mallorca puede coger esta tarde un atajo hacia la permanencia. El equipo que dirige Gregorio Manzano visita un estadio especialmente propicio para acabar con su mala racha como visitante y darle un zarpazo definitivo a la clasificación. El cuadro balear, que se reincorpora a la rutina del campeonato tras quince días de calma absoluta, aspira a mejorar su calidad de vida a costa de un Atlético de Madrid marcado por la polémica y que vive bajo sospecha por su acentuada irregularidad (Estadio Vicente Calderón, PPV, 17.00 horas). El conjunto insular visita el terreno de juego ideal para atajar su mala racha como visitante. Los rojillos no han sumado a domicilio desde el inicio de la segunda vuelta y acumulan ya casi tres meses sin facturar un solo punto en su equipaje. Sin embargo, en esta ocasión se enfrentan a uno de los equipos más inestables de toda la Liga y la posibilidad de invertir la tendencia parece asequible. Y es que el Atlético de Madrid, pese a su privilegiada ubicación en la tabla, sigue envuelto por la confusión y pondrá en juego buena parte de sus opciones de volver a las competiciones europeas el año que viene. Los colchoneros cargarán con toda la presión del encuentro y eso respaldará los argumentos mallorquinistas, que tras liberarse de sus ataduras con una victoria ante el Betis ven el torneo desde una óptica mucho más positiva.

La principal dificultad con el que tendrá que lidiar el Mallorca en el Manzanares es el elevado volumen de bajas que ha sacudido esta semana al vestuario. A la ausencia de Varela, que estaba descartado desde antes del parón por acumulación de amonestaciones, hay que unir la de Jordi López, que sigue arrastrando los problemas que le impidieron disputar la última jornada. Por si fuera poco, Bosko Jankovic sufrió el pasado miércoles una inoportuna lesión con la selección serbia que le hizo quedarse en Palma. El centrocampista balcánico se sometió ayer a una serie de pruebas antes de que partiera la expedición y aunque la dolencia no es tan grave como parecía en un principio, podría perderse también el partido de la semana que viene ante el Getafe. El máximo goleador bermellón sufre una rotura fibrilar leve en el bíceps femoral izquierdo, pero habrá que esperar a ver cómo evoluciona para saber con exactitud cuando podrá reincorporarse al grupo. La nómina de ausentes obligó a Manzano a citar a todos sus futbolistas disponibles, entre ellos el defenestrado Diego Tristán o el debutante Óscar Trejo. Sólo el canterano Martí Crespí se quedó al margen de la convocatoria por decisión técnica.

Al no poder echar mano de Varela y Jankovic, Manzano tendrá que aplicar el bisturí en un once que estaba ya totalmente consolidado. De esta forma, lo más probable es que Héctor se instale en el lateral derecho, que Arango vuelva al costado izquierdo y que reaparezca el doble pivote con Pereyra y Basinas. Si el preparador se decanta por esa fórmula Ibagaza actuaría como segunda punta por detrás de Víctor Casadesús. Si no es así, Tuni podría ser otra vez titular en el carril zurdo y Juan Arango asumiría las tareas atacantes.