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Son la pareja de moda del fútbol balear. Manuel Expósito Salinas (Valderrubio, Granada, 1988) y Àngel García Fernández (Cudillero, Asturias, 1988) componen la delantera del San Francisco y monopolizan la atención de los focos mientras presumen de ser la pareja más prolífica de la División de Honor juvenil. Entre ambos suman 31 de los 40 goles de su equipo y, además de aupar al conjunto colegial hasta una posición privilegiada (ocupa el quinto puesto y es el mejor representante balear de la categoría), se han asegurado un futuro brillante gracias al interés que han generado entre los grandes clubes del país.

El caso de Salinas es uno de los más sorprendentes de los últimos tiempos. Andaluz de nacimiento, el atacante llegó a la isla de Eivissa hace ahora once años y empezó a darle patadas al balón enfundado en la camiseta de la Peña Deportiva. El año pasado se estrenó con el Rapid en la misma categoría en la que ahora deslumbra y el pasado verano se trasladó a la capital balear para incrustarse en el último proyecto de Pep Sansó después de que el Mallorca desestimara su fichaje. Actualmente acumula diecinueve tantos en sus estadísticas personales (la semana pasada firmó un espectacular hat-trick ante el Binéfar) y hace tan sólo unas semanas se comprometió oficialmente con el Real Madrid, con el que jugará las cuatro próximas temporadas. Eso si, antes de ligar su porvenir a la entidad merengue, el internacional sub'19 desechó una serie de propuestas del Espanyol, Valencia o Zaragoza.

Àngel García es su mejor aliado sobre el terreno de juego y también podría dejar la Isla a partir de este verano. Sus doce goles en la liga se han convertido en una tarjeta de presentación inmejorabla para el futbolista asturiano y su nombre ya aparece en la agenda de equipos como Villarreal o Valencia, aunque sigue perteneciendo al Mallorca, que lo cedió al San Francisco a mediados de la temporada pasada para que disfrutara de minutos sobre el campo. Uno y otro componen la dupla más temida del torneo y el Zaragoza podría ser su próxima víctima.