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Desde que Borrás del Barrio diera con sus huesos fuera de la Federación Balear de Fútbol (FBF) todo ha sido muy difícil en los locales de Son Malferit. Desde la efímera participación de Fernando Talens en el difícil tránsito hasta las elecciones, hasta la toma de posesión de Miquel Bestard como presidente de la gestora. Todo acabará el próximo 22 octubre, cuando la Asamblea anuncie el nombre del nuevo inquilino del sillón presidencial. Antes, el 14 de septiembre, se realizará la votación a miembros de la Asamblea por los diversos estamentos y cincunscripciones que integran el balompié de la Comunitat. Ese día ya se conocerá al nuevo máximo mandatario. Mateu Català, Miquel Bestard y José Domènech optan al cargo y los tres han presentado su manual para cambiar la orientación de la FBF.

Si algo tienen claro los candidatos a la FBF es que algo debe cambiar, cuando menos el estilo y la pobre dedicación que exhibió Borrás durante su lóngeva estancia en la Federación. Todos quieren ofrecer algo diferente, desde una política económica controlada hasta un nuevo servicio de atención al federado. Por eso han elaborado un catálogo de propuestas, basadas en la transparencia y en el compromiso con los clubes: «Queremos que la Federación sea una institución abierta y transparente, capaz de ofrecer una gestión eficaz de la organización y desarrollo del fútbol para sus federados», asegura Bestard, probablemente el máximo favorito a la presidencia. Algo parecido promete Català, que sugiere incluso «la creación de la comisión de control económico de la Federación». Mientras, Domènech también habla de esa comisión que tendrá «como misión garantizar la transparencia de la gestión».

No será fácil convencer a los clubes de Balears, hastiados de tanta miseria, de que la dinámica de la Federación va a variar. Los años de Borrás han marcado a los gestores de los equipos, que son reticentes a creer en promesas: «Será un propósito primordial mejorar el servicio y la atención al federado. La FBF se acercará a las comarcas de Mallorca y potenciará la labor de las delegaciones de Inca, Manacor y Calvià. Se mantendrán reuniones periódicas con los clubes de comarcas, así como con los equipos de Menorca, Eivissa y Formentera», reza el programa de Bestard. Català subraya que pretenden dar «una imagen de cambio» y para ello habla de la creación «del comité de clubes como órgano coordinador de sus inquietudes y problemáticas». En esa línea también avanza Domènech, que promete una «mejora de los calendarios de inscripción de los clubes de fútbol base, adecuar la inscripción y pago de cuotas a sus necesidades reales».

Mateu Català advierte también que el cargo de presidente «debe estar remunerado», mientras Bestard apuesta por todo lo contrario. «Será público y creo que así al que acceda al cargo se le podrán exigir una serie de cosas», anuncia Català. Es uno de los centros de polémica, porque los emolumentos que percibía Borrás eran criticados hasta la saciedad por los mismos clubes que ahora deben acudir a las urnas.

El otro gran caballo de batalla será la modernización de la Federación, y allí Bestard propone «iniciar un proceso para poder gestionar las licencias a través de internet. Además, la página web de la FBF se desarrollará y modernizará de forma integral».