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Amador Pons|MADRID
Carlos Moyà es un talento natural, un jugador con características de top ten. Cuando un tenista de tanta calidad se ve desasistido de sus cualidades innatas su potencial disminuye considerablemente. El tenista mallorquín tuvo que recurrir a su experiencia y a su ambición para resistir a Feliciano López, en un partido en el que también tuvo oportunidades pero que acabó cayendo del lado del toledano 6-7, 6-1 y 7-5. El agarrotamiento de revés es un mal que a Carlos Moyà le afecta en la cabeza. Su golpe no funciona y contagia todo su juego. En el encuentro de ayer Feliciano le sacó partido pronto. Se colocó 1-3 tras romper el servicio del mallorquín y encarrilaba el choque. Pero el mallorquín podía garantizar su pasaporte para Houston si lograba un buen resultado y echó mano de otras armas. Apeló a su experiencia y buscó los errores no forzados del toledano. Igualó a cuatro juegos y forzó el tie break. En la muerte súbita Feliciano conseguía una ventaja de 2-5, pero el mallorquín sumó cinco puntos seguidos y se anotó la primera manga (7-5 en el tie break).

Con el primer set en el bolsillo la concentración de Moyà descendió y Feliciano lo desbordó. Rompió en el segundo y sexto juego del parcial y tuvo dos pelotas para romper en el cuarto. Finalmente se anotaba la segunda manga por un contundente 6-1. El buen momento por el que atravesaba Feliciano y la experiencia de Moyà mantenían la incertidumbre para el tercer set. El jugador toledano, «superlópez» para algún sector de la grada, tuvo una ocasión para romper el saque de Carlos en el tercer juego, pero fue el balear el que tuvo en sus manos el partido. Disfrutó de cuatro pelotas de break en el octavo juego pero el acierto de López le impidió cobrar ventaja.

Superar esta compleja situación levantó la autoestima de Feliciano, que además disfrutaba de una buena oportunidad para convencer a los capitanes de Copa Davis para que le metan en el equipo. Pudo sentenciar en el noveno juego (15-40 con saque de Moyà), pero rompió en el decimoprimero (6-5 y saque). Feliciano no vaciló y sentenció 7-5.