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MENORCA (20+28+27+23): Salva Camps (18), FJ.Martín (18), Fran Rueda (18), John Floyd (14), Robert Joseph (5) -cinco inicial-, Alejandro Alba (6), Urko Otegui (12) y Javi Mesa (7).

24 de 47 en tiros de 2 puntos. 11 de 25 en tiros de 3 puntos. 17 de 28 en tiros libres. 40 rebotes (25 en defensa 15 en ataque). 20 faltas personales.

DRAC INCA (22+18+23+26): Paris Bryant (14), Javier Bulfoni (29), Fernando Palacín (10), Leo Gutiérrez (10), Rocky Walls (11) -cinco inicial-, Sergio Rodríguez (7), Miki López (0) y Txomín López (8) .

22 de 39 en tiros de 2 puntos. 11 de 26 en tiros de 3 puntos. 10 de 24 en tiros libres. 35 rebotes (26 en defensa y 9 en ataque). 26 faltas personales.

Àrbitros: Pérez Niz y López. Excluyeron por cinco faltas personales a Miki López (Inca)

El Coinga Menorca frenó en seco la ascensión del Drac Inca. El clásico balear puso fin a la serie ganadora del cuadro mallorquín (seis victorias consecutivas), que resistió poco más de veinte minutos en el Polideportivo Municipal de Maó. El equipo de Curro Segura, aferrado a la clarividenica de Salva Camps y FJ Martín, gobernó en la cita durante casi todas sus fases, aunque fue en el ecuador del duelo cuando empezó a sentar un principio de autoridad. Sin Alberto Alzamora -lesionado- y con Leo Gutiérrez alejado del partido durante demasiados minutos (en el primer cuarto ya acumulaba tres faltas personales), el Inca echó en falta a dos de sus grandes referencias.

Un vertiginoso parcial de 8-0 en la recta final del segundo cuarto puso fin al dominio que había ejercido el equipo visitante durante los compases iniciales y también acabó dando forma a la ventaja más importante que había registrado el partido hasta ese momento (48-40) y empezó a inclinar la balanza. De hecho, superado el ecuador del partido, el Menorca no dejó escapar la oportunidad de imponer su baloncesto y hacerse con la brújula. Y ahí tuvo mucho que ver Salva Camps. El director de juego del Menorca, tentado durante los últimos días por el Lucentum Alicante, impuso su manual y ganó la partida con claridad a Paris Bryant y Miki López. Camps no solo movió los hilos de su equipo con maestría, sino que también se hartó de acumular méritos en ataque. El base menorquín tuvo en FJ Martín y Fran Rueda a dos socios extraordinarios y la solvenia del perímetro local acabó dictando sentencia.

El Drac Inca tuvo en Bulfoni a su mejor jugador. El escolta argentino, que atraviesa por un excelente momento de forma, no tuvo problemas en asumir el liderazgo de su equipo y convertirse en el principal tormento menorquín. Fue quien sostuvo al Inca durante casi todo el partido y también el hombre que levantó a su equipo en el último cuarto. El partido ya estaba prácticamente imposible, pero si quedaban opciones, Francisco Javier Bulfoni quiso apurarlas todas.

Al margen de lo sucedido en los últimos minutos del segundo cuarto, el Drac Inca vivió una auténtica pesadilla en la reanudación. El Coinga Menorca le pasó por encima y este aspecto se extrapoló con rapidez en el marcador. Después de un triple de FJ.Martín, la renta local se fue hasta los 19 puntos (70-51). Pese a que todavía quedaba un mundo por delante, estaba claro el partido había sufrido una fractura muy seria, prácticamente determinante. La defensa del Inca, uno de los principales argumentos de la reacción que ha experimentado durante las últimas jornadas, hizo aguas por todas partes y a su ataque le faltó mucha fluidez. El Menorca, por contra, casi siempre supo leer el partido y eso le permitió cerrar el primer cuarto administrando una ventaja de 12 puntos (75-63).

Pese a la impresión que había ofrecido su juego durante muchos minutos, el Drac Inca decidió no bajar los brazos y apretar los dientes. Encontró de nuevo a Bulfoni y el partido pareció cobrar nuevas perspectivas. Pero la reacción se quedó a medias. Una canasta de Leonardo Gutiérrez a falta de 6 minutos para el final dejó el marcador en 80-74 y un posterior triple de Bryant estrechó todavía más el marcador (82-77), pero un par de errores consecutivos frustraron los planes mallorquines y el Coinga Menorca volvió a dejar las cosas en su sitio.