TW
0
FERNANDO FERNÀNDEZ El Bàsquet Inca piensa en Moncho López para recoger el testigo de José Luis Oliete. Las posturas del aragonés y la entidad de Es Raiguer cada instante son más distantes, por lo que la salida de Oliete, que ya baraja otras opciones, es inminente. La opción de López es la que adquiere más forma a medida que la duda sobre el futuro inquilino del banquillo del Palau se acrecenta. Otros nombres se han barajado, caso de Tijomir Bujan, Ivica Buric, Pere Romero o Joan Creus, aunque la experiencia del preparador gallego en LEB juega a su favor. De hecho, parece que la entidad desestima la opción de fichar a un entrenador extranjero.

Tras haber dirigido al Gijón Baloncesto durante las cuatro últimas temporadas, Moncho López abandonó la entidad asturiana consumado el descenso después de un largo ciclo en la Liga ACB, categoría que junto al Cantabria Lobos abandonó en el curso baloncestístico que agota su vida. Las buenas y cordiales relaciones existentes entre Bàsquet Inca y Miguel Àngel Paniagua, figura clave en su momento para que Lou Roe "pupilo de López en Gijón" aterrizara en Mallorca, hacen más factible la llegada de Moncho López, que a estas alturas se encuentra sin equipo y orienta su futuro hacia una Liga LEB en la que ha protagonizado algunos de los momentos de su trayectoria deportiva, consumando el ascenso del Gijón Baloncesto, el club que le ha dado a conocer dentro de la escena nacional.

Nacido en El Ferrol el 10 de julio de 1969, a sus 32 años une juventud y experiencia desde la pizarra. Fue el Siglo XXI Galicia el que le catapultó hacia el banquillo del Gijón en la temporada 98-99. También ha dirigido a la selección nacional B en acontecimientos puntuales como los pasados Juegos del Mediterráneo, disputados en Túnez durante el pasado verano. Al margen de la actualidad deportiva, en la noche del viernes se celebró la cena de final de temporada del Bàsquet Inca, un acto que sirvió para reunir a manteles a la gran familia inquense y despedir la temporada.