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Vender la piel del oso antes de cazarlo suele ser un ejercicio extremadamente arriesgado y Alemany lo está comprobando. El presidente aseguró, en una de sus últimas comparecencias ante la prensa, que el Mallorca no descenderá. El tiempo y los resultados han vuelto a dejar al equipo de Kresic al borde de un precipicio enorme e inevitablemente las dudas, los temores y el pánico han invadido todos y cada uno de los rincones de la planta noble. El presidente sigue creyendo que no se perderá la categoría pero, por si acaso, ayer se echó un paseo por el corazón del vestuario para ver cómo respira la gente. Fueron tres cuartos de hora de intercambio de palabras, de pareceres, de decirse las cosas a la cara, en definitiva, Alemany quiso arrancar un compromiso de la plantilla que haga más llevadera esta cruz.

Después de la charla quien más quien menos huyó, se refugió en su coche y abandonó Son Moix. No todos tuvieron tanta suerte, Marcos y Siviero estaban citados en la sala de prensa y los dos cumplieron con lo acordado y se plantaron ante un grupo de informadores deseosos de percibir sensaciones, de transmitir ideas, de indagar en definitiva. El mallorquín pasó de puntillas mientras que el italoargentino ofreció un discurso sobrio y recto. No desveló nada pero tampoco escondió la cabeza " ni es su estilo, ni nunca lo ha hecho" y concluyó en que la charla había sido positiva y única.

«Vamos en el mismo tren y aquí todos estamos a disposición de todos. No habíamos mantenido esta temporada una reunión de estas características en la que estuviéramos al completo y creo que encuentros como este son positivos», explicó Gustavo. De Alemany señaló que «es una persona que tiene las cosas muy claras». «Hay situaciones que se nos escapan de las manos, de nuestro dominio. En esta charla cada uno ha expuesto su punto de vista, es bueno que no se guarde nada y, sobre todo, ha salido un compromiso entre todos y esto me da más tranquilidad», dijo el defensa central.

El lunes fue en Son Bibiloni y quienes intercambiaron pareceres fueron Kresic y los jugadores. Ayer Alemany se unió al grupo, hoy se entrenará normalmente y mañana y pasado las sesiones de trabajo serán a puerta cerrada. Con todo esto, con estas medidas singulares, se intenta centrar toda la atención en el trascendental partido del sábado. Es como si todo el futuro se jugara en noventa minutos, como si no existiera nada más que el partido ante el Valencia. Ciertamente no es para menos, ya que la supervivencia de la entidad en la elite de fútbol puede llegar a depender de un marcador.