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El estadio Guadalquivir puede acabar con un Mallorca B que se puede hundir precipitadamente en la tabla en caso de caer esta mañana ante el Coria (11:30 horas). Los de Tomeu Llompart pueden acusar en exceso el agotador viaje hasta tierras sevillanas. Las horas de retraso acumuladas en Son Sant Joan y Barajas hicieron que el equipo arribara a su hotel de concentración bien entrada la noche de ayer, lo que habla de la dificultad añadida que suponen estos desplazamientos intempestivos.

En el aspecto puramente deportivo, el filial mallorquinista no arrastra bajas de significación, y Tomeu Llompart podrá presentar ante el Coria su once habitual. Éste lo conforman Miquel Àngel Moyà, Zarandona, Candela, Manolo Viale, Julio, Buades, Amate, Julián Robles, Quique Mateo, Toni González y Güiza. En el banquillo y a la espera de una oportunidad aguardarán David Horta, como guardameta suplente, Morgado, Miguel Sánchez, Chando y José.

La extremadamente delicada situación en la tabla del Mallorca B, situado en posiciones de descenso con cinco puntos, puede convertirse en ruinosa si el Coria "penúltimo y con sólo cuatro puntos en su haber" sonroja al cuadro de Llompart con una derrota que moralmente sería delicada.

Las derrotas cosechadas en el Lluís Sitjar pesan como losas, y el hostil ambiente que se espera en el Estadio Guadalquivir jugará a favor del conjunto dirigido por Joaquín Parra, que busca, al igual que los rojillos, tres puntos que les ayuden a abandonar la parte más caliente de la clasificación. Al Coria le asfixian las urgencias, aunque al Mallorca B el agua ya le sobrepasa el cuello y el margen de error es escaso.