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RAFEL ABRAHAM El mal tiempo no le ganó la partida a la escudería Drach en el pulso por el espectáculo automovilístico que supone la carismática pujada a Sant Salvador. Hubo de todo: lluvia, niebla, mucho frío, espectáculo, una inscripción excelente y un emocionante desarrollo de la carrera.

Lo mejor de la prueba, sin dudarlo ni un momento: el público, que con su buen comportamiento y estoicidad, al aguantar los elementos que les maltrataron en todo momento, estuvieron al pie del cañón, demostrando la gran afición y la calidad que existe en nuestras islas para con este deporte. Un excelente para todos ellos.

En el plano deportivo, las inclemencias hacían prever que el vencedor se encontraría entre los vehículos carrozados, como así fue. Los monoplazas no pudieron hacer nada para, ni siquiera acercarse a la cabeza de carrera, con un recorrido completamente deslizante. Era como rodar sobre jabón.

La lucha se centró durante el sábado y domingo entre la «tropa» de Clio, R5 GT Turbo, Saxo VTS y coches de parecidas características. Todos iban a por la «yugular» de Onofre Crespí, que volvía con su Integrale, teóricamente superior por su tracción total, y que entraba perfectamente en la quiniela.

Finalmente, Gaby Mascaró se llevó el «gato al agua», nunca mejor dicho, y venció por mínima diferencia a Tià Galmés, segundo en el cajón final con su Clio Williams, después de estar arriba en cada entrenamiento.

El que no podía tener mejor estreno era Toni Garcies, que volvía «al ruedo» de forma pletórica con un Saxo VTS, logrando el tercer escalón del podio. Crespí fue cuarto con su Lancia por décimas.