La madre de Dani Alves a su llegada a la Audiencia de Barcelona. | Enric Fontcuberta

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El jefe de sala de la discoteca Sutton ha explicado durante su declaración en el juicio que la noche de la agresión sexual presuntamente por parte del futbolista Dani Alves notó que el jugador había «bebido o fumado algo». Lo ha dicho este martes durante su declaración en la segunda sesión del juicio ante el tribunal de la sección 21 de la Audiencia de Barcelona, en la que ha relatado que el director de la discoteca se le acercó esa noche y le dijo que habían agredido sexualmente a una chica.

El trabajador ha manifestado que vio a la chica «bastante mal, llorando mucho», y que decidieron activar el protocolo de agresiones sexuales y llamar al teléfono 112. «A mí lo que me dijeron es que la chica decía que alguien la había tocado. En ese momento, cuando la vi, me di cuenta de que había sido algo más», ha añadido. El jefe de sala ha explicado que Alves era cliente habitual y que lo había visto más de una vez en la discoteca, aunque esa noche «no actuaba normal», refiriéndose a que había tomado algo de más.

El primer testigo de la jornada en el juicio ha sido el director de la discoteca Sutton, que ha contado cómo activó el protocolo por violencia sexual esa noche. Ha explicado que un vigilante de seguridad, que atendió primero a la chica, le avisó de que la joven le había alertado de que había sufrido una agresión sexual. «Dijo que había sido víctima de una agresión sexual, cuando pasó Alves por delante después nos dijo que había sido él», y en ese momento insistió a sus amigas para que la acompañaran a una sala privada donde atenderla.

Ha recordado que la joven «estaba bastante alterada, todo el rato decía que se quería ir a casa», y que le insistieron en que contara qué había ocurrido para activar el protocolo si era necesario. El director de la discoteca ha añadido que la joven no le contó detalles sobre la agresión: «Pregunté si había sido algo grave y me dijo que sí. Pregunté si había habido penetración y dio a entender que sí».

Un auxiliar de la discoteca ha explicado que, después de los hechos, estuvo con la víctima y sus amigas hasta que llegaron los Mossos d'Esquadra, y que la atendió porque tenía una herida en la rodilla. También ha relatado que la vio «llorando mucho, muy nerviosa», aunque no le dijo nada de lo que le había pasado. También ha declarado este martes el entonces jefe de la amiga que iba de fiesta con la denunciante, que en ese momento hacía prácticas en un bufete de abogados.

La amiga de la denunciante lo llamó para contarle lo ocurrido, y él ha explicado que la notó nerviosa, pero consciente de lo que había pasado y lo que implicaba: «Mi percepción era que se notaba que manejaba el entorno», ha valorado tras recordar que había hecho prácticas durante dos años en su bufete.