Formación de España ante Malta el 21 de diciembre de 1983. Buyo es el primero de pie a la derecha y Víctor el segundo por la izquierda, de cuclillas. | Efe

TW
0

Desde hace 40 años, el 21 de diciembre no es un día más en la vida de los amantes del fútbol. Porque hace cuatro décadas exactamente, se obró uno de los milagros más recordados de la historia del deporte español. Al filo de la Navidad de 1983, la selección española de fútbol necesitaba golear, ganar por once o más goles a la débil Malta. La cita era en el por entonces santuario del equipo nacional, Sevilla. En el Benito Villamarín se citaron 25.000 aficionados para presenciar el último capítulo de la fase de clasificación para la Eurocopa 1984. Y qué partido les esperaba.

Pocos creían en la gesta de los hombres dirigidos por entonces por Miguel Muñoz. Menos, cuando Degiorgio empató en el minuto 24 el tanto inicial de Santillana, quien en cinco minutos marcó otros dos tantos para la esperanza, aunque con 3-1 en el marcador al descanso, cada vez eran más los que cambiaban de canal o apagaban la televisión.

Pero ocurrió, y en una segunda parte imborrable, cayó otro gol de Santillana, cuatro más de Rincón, dos de Maceda, otro de Sarabia y el del éxtasis. El tanto de Juan Señor en el minuto 83 que culminaba la gesta y dejaba para los anales la desgañitada celebración de José Ángel de la Casa, narrador del partido para Televisión Española, y la euforia en el banquillo captada por Alfonso Azuara.

España iba a París. El 12-1 daba la clasificación para una Eurocopa de Francia 1984 en la que los héroes del Villamarín caerían en la final ante la anfitriona de los Platini y compañía en el Parque de los Príncipes meses después. Acababa el equipo de Muñoz empatado a puntos (13) con Países Bajos, pero primera de grupo por el emparejamiento directo.

Fue un partido en el que tuvieron protagonismo como titulares dos jugadores que, en diferentes etapas y facetas, formaron parte de la historia del Real Mallorca. Por un lado, el gallego Paco Buyo fue el portero titular aquella noche, dejando a Zubizarreta en el banquillo. El meta de Betanzos militó en el cuadro bermellón en la temporada 1975-76, con De la Torre en el banquillo y militando en la Tercera División.

Disputó 16 encuentros antes de volver a su tierra para enrolarse en el Deportivo de la Coruña, y compartió vestuario con nombres conocidos en una etapa complicada para el Real Mallorca, como Bartolí, Nebot, Taberner o Sahuquillo, entre otros.

Otro de los once elegidos por Miguel Muñoz para salir de inicio, Víctor Muñoz, quien años más tarde de estrenó como entrenador en el Real Mallorca, al que llegó en la temporada 1995/96, en los inicios de la era Beltrán, quedándose a las puertas del ascenso a Primera, que tampoco pudieron culminar él y su ayudante, 'Pichi' Alonso, al ser despedidos en la recta final de la siguiente campaña, para ser relevados por Tomeu Llompart, quien devolvió a la máxima categoría al equipo en Vallecas en el curso 96/97.

Ambos formaron con aquel once para la historia, y que integraron Buyo, Señor, Camacho, Maceda, Goikoetxea, Gordillo, Carrasco, Víctor Muñoz, Santillana, Sarabia y Rincón, con Zubizarreta, Salva, Tente Sánchez, Güerri y Marcos Alonso en el banquillo esa noche.