El alero del Real Madrid Nikola Mirotic lucha la posición con el alero esloveno del F.C. Barcelona Bostjan Nachbar (d), en presencia de su compañero de equipo Rudy Fernández (arriba). | Efe

TW
2

Real Madrid 98 - 84 F.C. Barcelona

Real Madrid (23+25+28+22): Rudy (18), Mirotic (14), Darden (6), Llull (6) y Bourousis (13) -equipo inicial-, Reyes (12), Rodríguez (15), Carroll (7), Slaughter (2), Draper (5) y Mejri.

F.C. Barcelona (18+18+29+19): Huertas (15), Navarro (17), Papanikolaou (6), Nachbar (4) y Tomic (10) -equipo inicial-, Dorsey (3), Sada, Abrines (8), Oleson (10), Lorbek (11), Lampe y Pullen.

Árbitros: Daniel Hierrezuelo, Carlos Cortés y Martínez Fernández. Sin eliminados.

El Real Madrid de baloncesto puso de la mano de Rudy Fernández, Sergio Rodríguez 'Chacho' y Felipe Reyes la guinda a un 2013 de ensueño tras ganar al Barcelona por 98-84, en un partido tenso, duro y de calidad que no defraudó a nadie.

El Madrid, que aprendió de sus errores de hace justo un año en el Palau, cuando dejó de ser invencible tras catorce jornadas, agrandó su récord hasta los veinticinco partidos seguidos con triunfo.

Madrid y Barcelona iniciaron el partido mostrándose el mutuo respeto que se profesan y con todas las precauciones de cualquier partido grande. Igualdad, defensa, concentración, tensión, fuerza, todos los ingredientes se pusieron en pista en el Palacio de Deportes lleno a rebosar.

El primer protagonista del Clásico fue Rudy Fernández que no sólo se ocupó de la defensa de Juan Carlos Navarro sino que acabó el primer parcial con 11 puntos anotados, incluidos dos de tres triples, contribuyendo decisivamente al 23-18 con que terminó el primer cuarto.

En el segundo periodo fue Felipe Reyes el que centró el foco de todas las miradas, con ocho minutos primorosos en los que anotó 12 puntos incluidos dos triples seguidos que elevaron las primeras diferencias serias en el marcador, 44-30 (min.17). Al descanso, 48-36.

La defensa azulgrana frenó mucho el ataque madridistas, sobre todo en los primeros diez minutos, lo que sumado al dominio del rebote ofensivo de los catalanes, preocupó y mucho al entrenador madridista, Pablo Laso.

la solución la tuvo clara el vitoriano, dar entrada al 'Chacho' y a Slaughter. La magia volvió al Palacio y el estadounidense frenó en seco el dominio bajo los aros del Barcelona, que sólo sumó 3 rebotes en el segundo cuarto por 13 el equipo local.

Pero hubo otro aspecto fundamental, la defensa. Si hace justo un año, en Barcelona, Navarro provocó con 33 puntos casi sin fallo que el Real Madrid se desangrara en el Palau, esta vez estuvo más que vigilado por Rudy y Llull, con lo que se fue al descanso con 5 puntos, 17 al final del partido.

Hace un año, el 30 de diciembre de 2012, el Madrid acudió al Palau con catorce victorias e invicto en Liga. Salió derrotado por 96-89 por un excelso Navarro, pero aprendió la lección.

El paso por vestuarios sirvió al Barcelona para reorganizar ideas y para pergeñar un 0-6 de salida en el primer minuto, 48-42, que le metió de lleno en el partido de nuevo. Laso siguió con las rotaciones, dando entrada a Dontaye Draper.

El partido volvió a las trincheras, con duelos interesantes: Nachbar-Mirotic, Llull-Navarro o Bourousis-Dorsey. El marcador comenzó a oscilar con el Madrid intentando mantener la decena de puntos de diferencia, o superándola con suficiencia, 66-51 (min. 26).

Un triple de Sergio Rodríguez nada más volver a pista, 71-53 (min.27) elevó la ventaja a 18 puntos, pero dos triples seguidos de Papanikolaou, los primeros puntos en su haber, rebajó la diferencia, 71-59. Al final del tercer cuarto, con Navarro anotando 8 puntos en este periodo, y Rudy 7, el luminoso marcó un 76-65 que no cerraba definitivamente el partido, tras un elevado parcial de 28-29 favorable a los blaugranas.

El Barcelona lo intentó hasta el último minuto logrando algunos acercamientos, 79-70 (min.34), que fueron inmediatamente contestados ora con algún triple del 'Chacho', ora con sendos contragolpes de Sergio Llull.

El Madrid mantuvo la ventaja de seguridad en torno a los diez puntos y no hizo sufrir a sus aficionados, para acabar dándose un homenaje como colofón del año 2013.