David Rodríguez, en un momento del último partido contra el filial del Atlético de Madrid.

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La contundente derrota del domingo pasado frente al Atlético de Madrid B ha enfriado los ánimos después de la victoria del Atlético Baleares hace dos semanas en el Estadi Balear frente al Antequera. Y esta mañana llega el Castellón, colíder de la categoría junto a la UD Ibiza. El ATB ha empezado la jornada 25 del campeonato a cinco puntos de la salvación. La fortuna para el conjunto blanquiazul es que el equipo que ha deslumbrado con su juego durante gran parte de la temporada no está atravesando su mejor momento. No gana desde hace cuatro jornadas y en las últimas tres empató en Madrid frente al filial del Atlético, en casa frente al Ceuta y en la última jornada cayó en Ceuta.

Sin embargo, en vista del nivel mostrado por el equipo de Juanma Barrero en este campeonato poco importa el nivel del rival, ya que el principal enemigo del equipo está en sí mismo. El entrenador extremeño ya adelantó en la rueda de prensa del viernes que no era el mejor día para contar con la posesión del balón, pero el conjunto balearico tampoco suele ir a por los partidos desde un principio sino que prefiere presionar al rival y salir a la contra, aunque la velocidad no sea la principal cualidad de los atacantes blanquiazules. Zalaya es baja por sanción y Barrero recupera a Leo Ferroni.

Dick Schreuder, el técnico del Castellón, ha apostado desde la primera jornada por un juego asociativo, ofensivo y muy atractivo para el espectador, que le ha llevado a ser la sensación de la categoría. El club orellut cuenta con el vestuario que aglomera el mayor número de futbolistas extranjeros de toda la categoría -hasta diez, sin contar los futbolistas del filial con participación en el primer equipo. En las últimas jornadas su juego no ha brillado tanto, un aspecto que puede jugar a favor del conjunto blanquiazul, pero que deberá mejor mucho su rendimiento si quiere sacar algo positivo.