David Rodríguez, el jueves en el Estadi Balear. | Pere Bota

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David Rodríguez (Talavera de la Reina, 1986) es el delantero de referencia este temporada en el Atlético Baleares. Los 6 goles que lleva hasta el momento han resultado claves para que el equipo no esté en una situación aún más comprometida. Con una trayectoria iniciada en el filial del Atlético de Madrid, ha destacado por su olfato de cara al gol y ha anotado 182 goles en una carrera en la que ha sido desde máximo realizador con España en un Europeo sub17 a hincharse a meter goles con el Ceta y Alcorcón o lograr el ascenso en su primera temporada en Osasuna.

¿Cómo recuerda sus inicios en el mundo del fútbol?
Yo comencé de portero, pero era muy bajito y me metían muchos goles. Un día, en un partido en el que íbamos perdiendo 3-0 el entrenador pensó: ‘vamos a sacar al pequeñín’ y tuve la suerte de que metí tres goles y empatamos el partido. El hecho de que desde siempre he jugado con futbolistas mayores que yo me ayudó mucho en mis inicios.

¿Cuándo se dio cuenta de que tenía cualidades para dedicarse a ello?
Estando en la cantera del Atlético de Madrid veía que cada año se marchaban muchos jugadores, pero yo me quedaba cada año. Y cuando fui el máximo goleador con España en el Europeo sub 17 ya supuso un momento importante donde firmé mi primer contrato.

¿En qué jugador se fijaba?
Siempre me ha gustado mucho Raúl González. Además, me veo un poco reflejado en él. No soy el mejor en ninguna de las facetas del juego de un delantero, pero sí creo que tengo un buen nivel en remate, anticipación, visión de la jugada, oportunismo...

Debutó en Primera con el Almería de la mano de Hugo Sánchez.
Sí, y marqué contra el Mallorca en Palma (en su único tanto en Primera División). Fue el gol del empate, aunque al final perdimos 3-1. De esa época me acuerdo de cómo los delanteros nos quedábamos con Hugo después de los entrenamientos a practicar remates y la verdad que aprendí mucho.

En el filial colchonero coincidió con Salva Sevilla y ‘Pichu’ Cuéllar...
Sí, con Salva estuve poco tiempo, pero siempre hemos tenido una muy buena relación cuando nos hemos visto. Es un gran jugador y una bellísima persona. Con Cuéllar es diferente porque somos amigos desde hace muchísimo tiempo. Hemos jugado en varios equipos y ahora siempre que podemos quedamos en Palma para tomar un café con las familias.

¿Cuál es la mayor diferencia entre Primera, Segunda y 1ª RFEF?
Destacaría la velocidad. Tanto del balón como los jugadores, y también la inteligencia dentro el campo. Cómo el jugador de más nivel es capaz de hacer más cosas sobre el terreno de juego economizando sus esfuerzos.

¿Cómo se fraguó su fichaje por el Atlètic Baleares?
Fue bastante rápido. Me llamó Patrick (Messow) y en apenas dos días llegamos a un acuerdo. Yo aún tenía un año más de contrato con el Rayo Majadahonda, pero tenía muchos problemas económicos. La estabilidad financiera del ATB me ayudó en la decisión, pero sobre todo el hacerme ver que el club estaba muy interesado por mí. Cuanto más avanzas en tu carrera, más aprecias el cariño y el interés por ti.

Por fortuna para el equipo, su rendimiento está siendo excelente.
Estoy teniendo la fortuna de meter goles, que es lo que para lo que se me ha contratado. De todas formas, me satisface casi más ayudar a los más jóvenes del equipo que meter goles, porque eso es algo que yo agradecí mucho cuando tenía su edad.

¿Es muy diferente un jugador joven de ahora a cuando lo era usted?
Sí, claro. La sociedad ha cambiado y los jóvenes también. Ahora todo se quiere más deprisa, al momento, falta paciencia. Pero por fortuna en el equipo hay algún joven al que le gusta escuchar y los más veteranos como Xisco, Forniés o yo hablamos mucho con ellos.

¿Y después de esta temporada?
No lo sé. He tenido la fortuna de no haber sufrido ninguna lesión importante en mi carrera y me encuentro bien. Disfruto mucho durante la semana, pero sobre todo cuando llega el partido. Ya veremos. Lo primero, que se salve el equipo.