Apenas faltan unos días para arrancar la hoja de octubre del calendario, pero el choque entre el ATB y el Melilla ya desprende cierto aroma a final. Con un balance de dos puntos de 27 los blanquiazules necesitan el triunfo para multiplicar el valor de su último empate en el campo del Intercity, elevar su moral y abandonar el fondo de la tabla.
El rendimiento ofrecido la pasada jornada invita a la continuidad del mismo once, aunque Juanma Barrero pierde para el encuentro de este mediodía a Juanra, que se suma a las bajas ya conocidas de Josep Jaume, Félix Ofoli, Miguelete y Jorge. Las buenas noticias para el técnico extremeño llegan en forma de recuperación de Jero Lario y Alberto Villapalos y la progresión de David Navarro como David Forniés tras dejar atrás sus respectivos problemas físicos.
Los balearicos llegan al partido después de haber conseguido su primera portería a cero del curso y haber dado un paso al frente en sus prestaciones defensivas. No le queda otra al Atlético Baleares que taponar la sangría de goles encajados que le han convertido en el equipo más goleado de la competición si quiere salir del pozo y aspirar a la salvación. A partir de la seguridad defensiva pretende Barrero que crezcan los suyos, a los que exige elevar también su contundencia en ataque. Y es que tres dianas también son un bagaje muy pobre para un equipo que también es el que menos goles marca.
Si la necesidad acucia al Atlético Baleares no le van a la zaga las urgencias del Melilla, que estrena técnico en la figura del exfutbolista Juan Sabas después de recoger el testigo de Miguel Rivera. El preparador madrileño no puede contar con la presencia de David Suárez ni Alberto Martín por problemas, pero sí dispone de Siddiki y de un viejo conocido de la afición blanquiazul como el delantero Vinicius Tanque, aunque la principal amenaza de los norteafricanos es su máximo goleador Dani García.
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