Cala Pi, en Mallorca.

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Las Baleares son unas islas fascinantes. En los tiempos que corren se han convertido en una opción ideal para hacer una escapada este verano. Mallorca, Menorca, Ibiza y Formentera ofrecen cientos de planes. La variedad de las islas se adapta a aquellos que buscan aventura, a los amantes de la historia y la gastronomía y también para aquellos que van al encuentro de unos días de descanso. Pero sin duda, planear un viaje a este paraíso del Mediterráneo es básicamente para disfrutar de sus playas de agua cristalina.

A pesar de que las Baleares son uno de los destinos más visitados, tanto por los turistas nacionales como internacionales, todavía conservan muchos rincones con su esencia. Y no sólo por el azul turquesa de sus aguas. Mallorca, Menorca, Ibiza y Formentera están llenas de lugares con encanto, pueblos de postal, faros que se recortan contra el horizonte, monumentos históricos, parajes naturales preciosos y, por supuesto, sol y las mejores playas.

Mallorca es una isla para redescubrir. Cada uno de los rincones de la mayor de las Baleares esconde secretos por encontrar, ya sea en sus playas de agua cristalina o en sus montañas. No hay lugar en el Mediterráneo que aúne todas las joyas que guarda Mallorca: calas espectaculares, gastronomía exquisita y una cultura entrañable. Naturaleza, deporte, playas, cultura, tradición, gastronomía, pueblos con encanto… y todo en un entorno de gran belleza que hay que admirar en primera persona.

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Menorca tiene un tempo propio. Con 216 kilómetros de costa, la isla cuenta con más de 70 playas de fina arena blanca en el sur y de rojizos tonos en el norte. Su variedad geológica la convierte en un paraje de indudable belleza en el que contrastan salvajes acantilados con suaves arenales. Una isla que vive de cara al mar y sus faros repartidos por su geografía nos lo recuerdan.

Aquellos que se decanten por las Pitiusas pueden incluso visitar las dos islas en una misma escapada. Ibiza, además de ser popular por su oferta de ocio, también es un icono por su privilegiado entorno natural, por las milenarias praderas de Posidonia y por la impresionante belleza de la ‘nave de piedra’, Dalt Vila, la fortificación amurallada mejor conservada del Mediterráneo. La isla, además, ofrece arte, deporte, gastronomía, compras y un ambiente alegre y cosmopolita que atrae a viajeros de todo el mundo. Un lugar perfecto para conocer o redescubrir con el bono para residentes de 100 euros para viajar interislas.

Con un viaje en ferri de menos de media hora de duración se puede llegar hasta Formentera. Esta pequeña isla de las Baleares es una opción para aquellos que buscan descanso, sol y playa. Una aire bohemio y su naturaleza pura, además de una gustosa gastronomía enamoran a los visitantes que tiempo como estilo de vida el slow life.