Desde la cala de Banyalbufar se pueden apreciar bonitas puestas de sol.

TW
3

Entre los rincones con encanto del verano en Mallorca desde donde contemplar una bonita e inolvidable puesta de sol, destaca sin duda Banyalbufar. Uno de los pueblos de montaña más pintorescos que, por su configuración y carácter, recuerda a los más agrestes del litoral ligur.

Sus casas de piedra en suave pendiente ante un mar de intenso azul combinan con un paisaje de bancales que constituye todo un hito en el pasado agrícola de Mallorca, en perfecta simbiosis con el entorno. Tierra de viñas de malvasía y de tomates de ramallet y de sabor a autenticidad local, aquí aún es posible saborear desde un genuino llonguet o un clásico pa amb oli en antiguos bares, que son el tradicional punto de encuentro local y vespertino.

O también probar algo más internacional en sus renombrados restaurantes. Desde las terrazas del hotel Baronía, cuyo origen y torre de defensa se remonta al siglo XVII, se pueden contemplar los mejores crepúsculos de Mallorca. Un privilegio que comparte con la terraza del hotel Mar i Vent o la del bar Bellavista, y que es la experiencia más recomendable después de un baño en la cala, que se abre majestuosa bajo el acantilado desde donde mana una diminuta cascada ante un imponente fondo de cantos rodados.