Documentos. 1. Biblioteca del Banco de España. 2. Estatutos y privilegios de la Universidad Luliana, de 1698 3. ‘La fe triunfante’. 4. Acción emitida por el Banco de San Carlos a nombre de Bartolomé Ordinas, presbítero de Sencelles. 5. Real Cédula que protege a los ‘xuetes’ (1782). Fotos: Biblioteca del Banco de España

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La biblioteca del Banco de España (Madrid) guarda un centenar de impresos antiguos relativos a Mallorca. Uno de ellos es un breve texto, del siglo XVII, obra de Juan Rodríguez, con referencias a la Inquisición mallorquina, que lleva adjunto un breve manuscrito sobre el delito de estrupo en el que se lee «la mujer es dueña de su virginidad». Sin embargo, el libro más importante es un raro ejemplar de La fe triunfante, obra de Francisco Garau, impreso en Palma, que lleva un exlibris del gaditano Jesús Rodríguez Salmones (1908-1972) que legó su biblioteca al Banco de España del que fue vicegobernador. Este libro describe los cuatro autos de fe en los que se quemaron judíos mallorquines.

El historiador y profesor de la UIB Antoni Picazo explica que «la primera edición fue la de 1691 y se deleitaba en los cambios del cuerpo humano cuando una persona es quemada viva. Aunque fue denunciada y la Audiencia la prohibió, se destruyeron muchos ejemplares pero no todos. La Inquisición apeló y se tornó a publicar. Pasó desapercibida hasta mediados del XVIII, cuando por razones oscuras la elite urbana volvió a sufragar una nueva edición, aunque se eliminaron muchos pasajes, los más ‘gore’».

En la biblioteca también se guardan impresos de procesos judiciales de la Inquisición de Mallorca o la Real Cédula (1785) que declaraba a los «los individuos mal llamados vulgarmente de la calle de la Ciudad», es decir a los judíos mallorquines o descendientes, aptos para el servicio en el ejército. Hay otros muchos papeles de Baleares: la cédula de 1778 por las que se da libertad a Mallorca para exportar aceite, sobre el colegio de La Sapiencia o la Universidad Luliana (1698)… o acciones históricas, como las «de dos mil reales de vellón» del Banco de San Carlos (1782), antecedente del Banco de España, a nombre de mallorquines, muchos de ellos religiosos.