Julio Cervera Baviera fue un inventor y destacado personaje valenciano al que la historia ha condenado al ostracismo. | Redacción Ibiza

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Para ser inventor y legar a la posteridad aportaciones decisivas es necesaria una buena combinación de ingenio, suerte e inteligencia. También otras virtudes, como el poderío económico y las influencias sociales, tienen una importancia capital, según se desprende de este relato más o menos inadvertido sobre la historia de Baleares. Muchos sabrán que la radio es obra de un tal Marconi, aunque puede ser que un ingeniero español tuviera antes que él una contribución tan necesaria como imprescindible. Hay quien dice que, años antes de la patente de Marconi, un sabio y polifacético valenciano logró el hito de transmitir voz humana entre la costa alicantina y las Islas Baleares.

En estos días en los cuales se ha celebrado el Día Mundial de la Radio es pertinente traer a colación la tesis de toda una autoridad en la materia. Se trata del periodista, catedrático y profesor emérito de comunicación de la Universidad de Navarra Ángel Faus. El considerado como uno de los principales expertos de la radiodifusión en Europa, fallecido en 2020, defendía que el verdadero artífice de la radio fue un ingeniero de un pueblo de Castellón. Cuál es la historia de esa primera trasmisión, y por qué a él no le dieron ningún premio Nobel de Física a pesar del prodigio inusitado.

Varias consideraciones son necesarias antes de adentrarse en la figura del inventor Julio Cervera Baviera. Para empezar, existe un extendido consenso en el hecho de que la radio es una especie de invento colectivo, un crisol formado por múltiples descubrimientos en campos heterogéneos y complementarios. A pesar de que Guillermo Marconi suele sobresalir en las crónicas y registros como creador del medio radiofónico, al haberlo patentado en 1904, otros hombres de ciencia participaron directa o indirectamente en su alumbramiento.

Así por ejemplo Nikola Tesla inventó años atrás un sistema para transmitir mensajes de voz sin hilos, y posiblemente nada hubiera podido suceder sin que Heinrich Rudolf Hertz describiera la propagación de las ondas electromagnéticas décadas antes. Marconi, aparentemente, recogió el testigo de varios proyectos científicos, los presentó ante las autoridades académicas de un modo adecuado desde el punto de vista formal, y contó con buenos e influyentes 'padrinos', con capital para apoyar su labor científica. Como resultado, el italiano se llevó toda la gloria, a pesar de que tiempo después se reconociera la labor de otros. Y que otros como Alexander Graham Bell ya hubieran abierto camino con ingenios inimaginables no mucho tiempo antes.

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En la labor colectiva que culminó en el alumbramiento de la radio, un medio de comunicación que cambiaría el mundo tal y como lo conocían nuestros antepasados, el catedrático Faus defendía que el tal Julio Cervera jugó un papel capital. Y es que el estudioso de la comunicación radiofónica documentó que once años antes que Marconi, el 1902, Cervera logró transmitir la voz humana entre Jávea e Ibiza. Su proyecto viajó más de 85 kilómetros de distancia y lo hizo de forma bidireccional, en un viaje de ida y otro de vuelta.

Receptores de radio fechados en distintas épocas. Foto: Rudy and Peter Skitterians

Conviene tener en cuenta que Marconi inventó la telegrafía que transmitía señales y no sonido, de modo que su ingenio era en cierto modo más limitado que el de nuestro inventor levantino. El primer mensaje que Marconi logró enviar fue a través de código Morse y en una única dirección: la letra 's'. Tres pitidos cortos valedores de la fama y el reconocimiento mundial. Sorprende conocer que Cervera, en 1899, trabajó durante unos meses con Marconi y su ayudante, George Kemp. De tal modo obtuvo sus primeras patentes en telegrafía sin hilos, aunque tal y como refrendaba Faus, una de las patentes más destacadas en las que trabajó fue la del telemando de equipos y sistemas, considerado antecesor del mando a distancia.

Es en su obra La Radio en España. 1896-1977, donde el catedrático atribuyó a Julio Cervera la invención del primer sistema técnico de radio. Los investigadores ibicencos han ahondado en su aportación, y han descubierto datos sugerentes. La localidad de Ibiza que acogió este proyecto fue Sant Josep de sa Talaia. Estableció el segundo y tercer servicio regular en la historia de la radiotelegrafía mundial a pesar de que nunca llegó a pisar la Pitiusa mayor. No le hizo falta, y según la información de los diarios de la época, en los que se informaba de quien llegaba y quien se iba de la isla, hoy conocemos que Cervera mandó un grupo de expertos con una antena y otros aparatos para que llegaran con un llaüt hasta Cala Carbó y lo instalaran todo en el Puig Pelat, entre Cala Carbó y Cala Vedella.

Faus avaló que el sistema de transmisión sin hilos de Cervera era diferente al que puso en marcha Marconi en 1898 entre la isla de Wight y Bournemouth. Además, la patente alemana fue inscrita en el registro de Berlín en 1900, después de que Cervera presentase en Madrid su primera solicitud de patente sobre telegrafía sin hilos. Más tarde, la solicitó en el Reino Unido, donde trabajaba Marconi, y allí las consiguió sin oposición del italiano ni su entorno empresarial, un potente aval que a la postre sería determinante para su éxito y reconocimiento internacionales, a diferencia de Cervera, siempre envuelto en una suerte de ostracismo.

Algunos datos biográficos interesantes para conocer más de Julio Cervera son que fue geógrafo y explorador en el norte de África antes que diputado por Valencia del Partido Republicano Radical y director de un periódico local. También se le reconoció en su tiempo histórico como un destacado masón. Su envío de voz humana de Alicante a las Pitiusas de 1902 lo convierten en un personaje destacado de la historia científica y tecnológica de nuestro país. Sin embargo, pocos conocen su aportación. El porqué es otra historia.