El chef se adaptó a la situación y comenzó a preparar pizzas y hamburguesas en Emblemàtic. En la imagen, junto a Jaume Colombàs. | R.D.

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Igor Rodríguez, chef del restaurante El Bandarra, se proclamó este miércoles subcampeón del XVII Concurso Nacional de Pinchos y Tapas de Valladolid. Un premio que este año adquiere especial importancia, ya que el cocinero se ha visto obligado a reinventarse por la pandemia. Aunque ahora las restricciones sanitarias ya permiten abrir la restauración, a principios de este año la situación era muy distinta. Tal y como explica el propietario del local, Jaume Colombàs, tuvieron que bajar la persiana el 11 de diciembre cuando se decretó el cierre de interiores. Al no contar terraza, el cierre del restaurante de la calle Unió de Palma se prolongó seis meses.

Un periodo complicado para el negocio, pero en el que tanto el propietario como el cocinero no quisieron quedarse de brazos cruzados. Igor cambió por completo de registro y en diciembre comenzó a trabajar en Emblemàtic, otro de los establecimientos de Colombàs. Acostumbrado a su cocina de autor, el vasco de nacimiento se tuvo que adaptar a la carta del local de Passeig Marítim aunque, eso sí, añadiendo su toque. En vez de pinchos y tapas ahora le tocaba preparar pizzas, perritos calientes, hamburguesas, nachos... Unos platos que a simple vista parecen sencillos, pero que se sofisticaron gracias a la mano del chef: pizzas con trufa blanca y parmesano, perritos de porc negre e incluso kétchup casero.

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Esta carta, totalmente reinventada, tuvo una gran acogida y triunfó entre sus clientes. Lo que no esperaban Colombàs y Rodríguez es que las restricciones irían a más y les obligarían a cerrar por completo, terraza incluida, el Emblemàtic. Un cierre total que únicamente les permitía preparar comida a domicilio. La lucha por sacar el negocio adelante continuaba y el empresario decidió ponerse a repartir él mismo los platos creados por el vasco. Durante tres meses el restaurante continuó funcionando en su versión delivery, una buena forma de acercar a los clientes las sabrosas creaciones a su casa.

Rodríguez y Colombàs con el premio.

No fue hasta el 23 de mayo cuando se permitió abrir por fin el interior de los establecimientos. Igor pudo volver a su hogar, El Bandarra, aunque dejó su sello en la carta de Emblemàtic, que ha incorporado algunos de sus platos. Todo lo ocurrido con la pandemia hace que el reconocimiento de este año adquiera más importancia, ya que tan solo medio año después de pasarse al fast food, el chef se ha alzado con el segundo premio del XVII Concurso Nacional de Pinchos y Tapas de Valladolid. Su propuesta, Xuxo de Porc negre amb anfós, ha tenido muy presente todo lo vivido durante este año y es que la tapa iba emplatada en una caja de take away: un bonito homenaje a los complicados meses de restricciones.