Solamente por el salmón ya se amortiza el ‘brunch’ | Archivo

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El brunch es una palabra inglesa que significa una comida servida entre la una y las cuatro de la tarde del domingo. Es una palabra compuesta: la ‘br ’ viene de breakfast (desayuno) y la ‘unch’ de lunch (almuerzo), por lo tanto se trata de platos del típico desayuno inglés, como los huevos fritos con bacon y otros del almuerzo, como el salmón ahumado o el roast beef. Si preguntamos a un inglés si el brunch es una comida inglesa o americana, diría que es americana. Y los americanos piensan lo mismo. Pero la verdad es que el brunch es una invención inglesa de pura cepa que se popularizó en Nueva York a principios del siglo XX.

La palabra brunch se inventó en 1895 por parte de un estudiante de la universidad de Oxford llamado Guy Beringer, un juerguista que se levantaba tan tarde los domingos que comía una combinación de platos del desayuno y algunos del almuerzo. Se publicó la palabra por primera vez en una revista del año 1900 y en 1905 ya era un vocablo de uso común. Asimismo, esta comida dominical no llegó a cuajar porque para la gran mayoría de los ingleses, el desayuno de huevos fritos con bacon era sagrado y se lo comían por muy tarde que se levantasen, mientras se leían los periódicos sensacionalistas del domingo.

Cuando se popularizó

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Pero a principios del siglo pasado el brunch se popularizó en Nueva York, donde el alcalde legisló que el domingo por la mañana era para ir a misa y prohibió que los bares abriesen antes de la una del mediodía. Y los bares, para asegurar llenazos desde la una, pusieron bandejas de comida gratis encima de la barra. Fue un exitazo tan grande que el brunch llegó a establecerse en las casas de todo el país.

Llega a Palma

En Palma el brunch no llegó hasta hace unos 20 años y principalmente en los hoteles de lujo. Tengo muy buenos recuerdos de los brunch del Hotel Victoria, Meliá de Mar y Valparaíso. Fueron banquetes en toda regla. Sirvieron todo tipo de platos propios del desayuno, incluyendo tortillas y platos similares hechos al momento. Como entrante mi favorito fue –y lo sigue siendo– el salmón ahumado con unas copas de cava. Había pescados y marisco y carnes asadas incluyendo el roast beef . Y nunca faltaba una paella. El brunch del Hotel Jaime III del Paseo Mallorca (21,50 €) tiene una relación calidad-precio muy buena.

Tortilla de patata
En los mejores ‘brunch’ de Palma no faltan tortillas de patata e incluso paella.

A veces cuando voy a un brunch en el restaurante de un hotel de lujo, el precio está amortizado sólo con lo que como de salmón ahumado y el cava que bebo. Y si empezamos a contar algunas gambas, lonchas de roast beef y otros manjares, entonces al final resulta ser una verdadera ganga.