Con la llegada de las altas temperaturas es hora de guardar el relleno nórdico | Freepik

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El edredón de plumas, ese compañero esencial de nuestras noches de sueño, requiere un cuidado especial para mantener su comodidad y frescura. Aunque lavarlo puede parecer una tarea bastante engorrosa, con los conocimientos adecuados, puedes fácilmente hacerlo en casa, garantizando no solo su limpieza sino también la durabilidad. A continuación te proporcionamos una guía completa para lavarlo, incluyendo la frecuencia ideal de lavado y algunos trucos para evitar que el relleno se apelmace.

Contrario a la creencia popular, los edredones de plumas no necesitan ser lavados con excesiva frecuencia. Lo ideal es lavarlos una o dos veces al año, preferentemente en las estaciones de cambio climático como la primavera y el otoño. Esta frecuencia puede ajustarse según el uso y la exposición a la suciedad. Es esencial protegerlo con una funda de calidad, la cual sí deberá lavarse con más frecuencia, aproximadamente una vez al mes, para proteger el interior de ácaros, polvo y otros agentes externos.

Antes de proceder al lavado, es importante verificar las instrucciones del fabricante en la etiqueta que lleva. Algunos pueden requerir cuidados específicos o incluso recomendar la limpieza profesional. Sin embargo, la mayoría de ellos pueden lavarse en casa siguiendo estos pasos:

1. Revisa el edredón en busca de rasgaduras o costuras abiertas. Es vital reparar cualquier daño antes de lavarlo para evitar la pérdida de plumas.
2. Utiliza un detergente suave o especializado para plumas. Evita los productos con blanqueadores o suavizantes, ya que pueden dañarlas y afectar la capacidad de aislamiento.
3. Se requiere una lavadora de carga frontal de gran capacidad para asegurar que el edredón tenga suficiente espacio para moverse y limpiarse adecuadamente.

Proceso de lavado

Coloca el edredón en la lavadora y selecciona un ciclo delicado con agua fría. Es recomendable realizar un segundo enjuague para asegurar la eliminación completa del detergente. Este paso es importante para evitar el apelmazamiento de las plumas. Se recomienda utilizar una secadora de gran capacidad en un ciclo bajo o medio. Agrega algunas pelotas de tenis o bolas especiales para secadoras en el tambor para ayudar a separar las plumas y mantener el relleno esponjoso.

Durante el secado, es aconsejable sacar el edredón varias veces y sacudirlo para redistribuir las plumas y evitar que se apelmacen. Si prefieres el secado al aire libre, colócalo extendido al sol, volteándolo y sacudiéndolo varias veces para que las plumas se sequen de manera uniforme. Asegúrate de que esté completamente seco antes de volver a usarlo o guardarlo.

La humedad residual puede propiciar el crecimiento de moho y el apelmazamiento de las plumas. Cuidar de tu edredón de plumas no tiene por qué ser una tarea desalentadora. Siguiendo esta guía, puedes asegurar que tu edredón se mantenga fresco, limpio y esponjoso año tras año. La clave está en la preparación, un lavado cuidadoso y un secado adecuado. Con estos sencillos pasos, tu edredón de plumas puede seguir siendo ese refugio suave y acogedor que mejora tus noches de descanso.