Las aceitunas no se consideran un alimento calórico. | Pexels- Polina Tankilevitch

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Las aceitunas son un alimento fundamental en la dieta mediterránea. Habituales como acompañamiento de tapas, pinchos y otros aperitivos, no pueden faltar en ningún bar que se precie. Se trata de todo un clásico de la cultura española, de las que procede el globalmente adorado aceite de oliva virgen extra. En concreto, en territorio nacional se cultivan más de 200 variantes de aceituna. Aunque las más populares son hojiblanca, cornicabra, manzanilla, picual y arbequina, las cuales se suelen macerar con aliños para servir en mesa. En este artículo explicaremos qué le pasa a tu cuerpo si comes aceitunase todos los días.

Se trata de un fruto saludable, rico en grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas buenas para el corazón, como las del aguacate, los frutos secos o el queso fresco. De hecho, a las olivas no se les considera un alimento calórico, ya que aportan unas 150 calorías por cada ración de 100 gramos, aproximadamente. Esto depende del aderezo, el tamaño de la pulpa y el hueso. La mayoría de las calorías proceden fundamentalmente de proteínas y grasas, en concreto del omega-9, un componente asociado a la reducción de colesterol LDL, el 'malo', la disminución de la presión arterial y el incremento de los glóbulos blancos.

Entre otros nutrientes destacan la fibra, las vitaminas A y E, el potasio, el zinc, el hierro y el magnesio. Por lo tanto, los expertos apuntan que las aceitunas son positivas para reforzar el sistema inmune, la mejora de la digestión y la prevención de la anemia. Por lo que podríamos concluir que tomar olivas todos los días en las comidas no tendrá efectos negativos en la salud si se acompañan con una dieta equilibrada y un estilo de vida saludable. La cantidad adecuada para su consumo diario es de 25 gramos, lo que equivale a unas 7 aceitunas. No obstante, es mejor elegir aquellas que no vienen rellenas con otros ingredientes y controlando las que contienen elevados niveles de sal añadida.