El agua con limón y menta es una de las alternativas a los refrescos comerciales. | @ user18526052

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El encarecimiento del precio que han experimentado algunos refrescos, a raíz de la subida del IVA del 10 % al 21 % a las bebidas azucaradas, ha motivado que algunas personas busquen alternativas y una de ellas es la elaboración casera. Precisamente, el objetivo del Gobierno al aprobar esta subida de impuestos era reducir el consumo de estas bebidas, por los perjuicios que pueden tener para la salud.

María Colomer, dietista-nutricionista, explica que «un refresco es básicamente agua con algún tipo de endulzante calórico (azúcar) o acalórico (edulcorantes) y para conseguir que este agua tenga sabor, olor y color se le añaden distintos aditivos. También matiza que «podemos encontrar bebidas refrescantes con todos estos tipos de ingredientes y, además, estimulantes». La dietista-nutricionista advierte que «no son la bebida más saludable que podemos tomar, por lo que su consumo debe ser el menor posible». En este sentido, reitera que «no son buenas para nuestra salud y tampoco lo son para la salud medioambiental, ya que su consumo va de la mano de la generación de residuos. Si nos queremos tomar en serio el medioambiente lo primero que hay que hacer es reducir el consumo (de lo que quieras), luego ya viene el reciclaje y la reutilización y etc., pero la primera 'r' debe ser la de reducir».

Sin embargo, es consciente de que hay ocasiones en las que apetece tomarse un refresco. «Si somos de los que nos gusta el agua con sabor y nos apetece experimentar en la cocina de casa, aquí van algunas ideas», declara. Una de ellas consiste en emplear una base de agua con gas. «No mejoramos la generación de residuos, pero sí evitamos el azúcar y edulcorantes. Algo mejoramos con medio vaso de agua con gas y un vaso de zumo de naranja. Podríamos utilizar agua y bicarbonato para generar las burbujas, pero ojo con la cantidad: una cucharada».

Para los convencidos de la importancia de reducir los envases, propone tres recetas para probar en casa. Una de ellas se basa en mezclar agua, zumo de limón, trozos de lima e hierbabuena. «La hierbabuena se hierve para que desprenda los compuestos aromáticos y lo añadimos a nuestro refresco», aclara. Además, sugiere que «si queremos el toque dulce se puede añadir la especia de anís estrellado». Colomer concluye que otras variedades consisten en mezclar «agua, manzanilla, naranja y hojas de menta», así como «agua, licuado de piña y colado, zumo de naranja y jengibre».