Los miembros de la asociación, durante el viaje. | Gori Vicens

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Además de implementar las nuevas tecnologías, en fora vila, para avanzar es muy importante conocer todo lo bueno que se hace en otros lugares e intentar ponerlo en práctica aquí, en la Isla. Esto es lo que han hecho dos grupos formados por una docena de agricultores y técnicos de la Associació de Varietats Locals (AVL) que, gracias a la financiación del Fogaiba, han podido viajar a la Comunidad Valenciana y a Francia para adquirir conocimientos formativos sobre la agrobiodiversidad.

Las estancias en estas dos zonas se han centrado en las visitas a diferentes estaciones experimentales, universidades y viveros, observando y atendiendo las explicaciones sobre las experiencias en torno al saneamiento de material vegetal, así como a la catalogación y búsqueda de variedades locales de frutales y semillas.

La técnica de la AVL, Aina Socies, explica que en uno de los viveros de Valencia «nos mostraron la técnica que utilizan para injertar diferentes variedades de frutales y pudimos ver cómo realizan la reproducción de material vegetal». Puso como ejemplo cuatro variedades mallorquinas de cítricos (naranja) que en Valencia tienen saneadas (limpias de virosis): canoneta, peret, fulla menuda (mandarina), y la primerenca.

En Valencia –comenta Socies- tienen la colección de frutales de cítricos más importante. También cuentan con un importante banco de semillas de variedades locales y un catálogo al cual van añadiendo todas las que van recuperando.

Del viaje a Francia, centrado en las regiones del suroeste del país, visitaron tres proyectos muy potentes «de los que tenemos mucho que aprender», indica Socies, de empresas y entidades dedicadas a la multiplicación y comercialización de semilla ecológica y de variedades locales. Una de ellas, con 38 hectáreas de terreno certificadas para producción orgánica y 25 años de experiencia, se dedican a la selección, multiplicación, clasificación, aprobación de lotes, envasado y comercialización de semillas de hortaliza ecológicas. Otra entidad es una cooperativa de productores y comercializadores de semilla ecológica de variedades de verduras, aromáticas, flores y abonos verdes, todas ellas no híbridas.

Para Aina Socies, «destaca la organización que tienen, que es muy interesante, porque todos los productores de semillas son las personas que trabajan en la entidad; es un sistema muy horizontal. Tienen una manera de hacer muy interesante, muy estudiada y muy calculada, a la cual no puede entrar a trabajar ninguna persona que no produzca semilla y entre ellos van rotando por los diferentes departamentos de la cooperativa; desde la germinación, pasando por el ensobrado de las semillas, preparar los encargos, la facturación y la distribución».

Una vez regresados de las dos experiencias llega el momento de sentarse y poner en común cómo se puede aplicar todo lo bueno de lo aprendido para que ayude a los agricultores a sacar una mayor productividad y rendimiento a todo su trabajo.