Felip Mas Brunet, de 24 años, posa junto a su tractor tras comprarlo en Manacor durante esta primavera. | Pascual Ribot

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Joven agricultor que demuestra pasión por su oficio, aunque confesó las dificultades que sufren los pagesos de Mallorca tras la ola del COVID-19. Felip Mas, a sus 24 años lleva trabajando en el campo «toda la vida» y le encanta su trabajo, pero analizando en frío todo lo que le envuelve, cree que se tienen que mejorar diferentes aspectos para que el trabajador «pueda respirar».

Al tener menos de 40 años, es considerado joven agricultor y el Consell ofrece unas ayudas mayores de hasta el 50 % al adquirir nueva maquinaria para trabajar. «Cuando compras un tractor, te facilitan el pago con una subvención de la mitad sin contabilizar el IVA», comentó Mas. Sin embargo, a pesar de que la ayuda es generosa, aseguró que los plazos deberían ser mucho más rápidos. «Para abrir la empresa en 2020 solicité la ayuda para comprar un tractor y no la han aprobado hasta ahora. Tres años después y con los precios mucho más altos. Así ya no se subvenciona el 50 % del producto y la ayuda es mucho menor», especificó Mas.

Por otro lado, actualmente está trabajando con cereales y pastos para la comida de animales. La gran mayoría de su cosecha la dedica al consumo propio de sus animales y el resto lo vende principalmente a comercios locales. «Normalmente el 80 % que recojo lo vuelvo a sembrar para consumo de mis 600 ovejas y el 20 % lo destino a la venta a particulares y empresas pequeñas, pero no le dedico mucho tiempo a la venta de mis productos», comentó a la vez que insistió en que la guerra de precios con los grandes comercios es una lucha perdida.

«Al final, la gente compra lo más económico que encuentra y eso lo tienen en las principales cadenas», analizó. Por otro lado, comentó que la gente con dinero sí que compra producto local. «Nosotros ponemos un precio más elevado por los gastos que tenemos y sacar beneficio nos cuesta mucho. Luego, la gran mayoría que nos compra es gente con bastante dinero», insistió. En este aspecto, afirmó las complicaciones que tienen a la hora de sacar beneficio.

«Se tienen que hacer las cosas perfectas para poder sacarle rédito económico. En este aspecto tengo que decir que podrían mirar por el pagés e invertir más en que podamos subsistir», confesó, pero aclaró que «estoy contento con el trato desde la Conselleria de Agricultura».

A parte de la venta de cereales y pasto, también se dedica a comerciar con animales. De hecho, trabaja codo con codo con Nostre Producte Balear. «Es un intermediario en el proceso de venta de ganado y la verdad es que estoy muy contento con la manera que tienen de trabajar», explicó.

Por último, analizó la temporada de recogida de este año y la calificó como «deficiente» a causa de las escasas lluvias que ha habido hasta ahora. «Las lluvias no han llegado cuando y como tocan y por ello hemos tenido una recogida más escasa y de menos calidad que los últimos años», confesó.