Xavi Pardo tiene claro que se dedicará al campo, aunque lo hará estudiando la carrera de ingeniero agrónomo. | Jaime Mora

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Xavi Pardo tiene solo 18 años recién cumplidos, pero las ideas muy claras. Natural de Calvià vila, este estudiante de primero de Bachilerato en el IES Calvià quiere dedicar su vida al campo. De hecho, ya lo hace. Al salir del instituto, pero también los fines de semana, Xavi se encarga de cuidar de las dos fincas que posee la familia en el municipio. Allí da de comer a los animales –gallinas, ocas, ovejas, antes también algunos cerdos– y está al frente de los algarrobos, olivos y almendros que cada año dan unos frutos que él mismo recoge. También él siembra y recoge el forraje con el que da de comer a los animales, en una tarea que resulta «tan dura como gratificante».

En un contexto de abandono progresivo del campo, el de Xavi Pardo es un caso extraño, más teniendo en cuenta que no responde a ninguna tradición familiar. Su «pasión» por el sector primario ha surgido por generación espontánea, y él ya ha decidido que a eso va a dedicar su vida, aún siendo consciente de los «enormes sacrificios» que deberá realizar para hacer realidad su sueño.

Con año y medio por delante antes de ser universitario, Xavi ya tiene claro estudiará ingeniería agrónoma. Se trata de una carrera que, según explica, se ajusta a su voluntad de estar ligado al sector primario, al mismo tiempo que le libera de trabajar en la producción y distribución de productos agrícolas, algo que «en principio» no entra en sus planes. «El margen es muy escaso y no compensa el enorme esfuerzo que se debe realizar», admite Xavi Pardo, quien a su temprana edad conoce los pros y los contras a los que se va a enfrentar durante el próximo medio siglo.

En el Instituto aplauden su valentía a la hora de plantear un futuro ligado a una actividad tan poco atractiva para la mayoría de jóvenes. Y el propio Xavi explica cómo muchos de ellos disfrutan los productos que elabora en su finca, aunque «otra cosa es conseguir que se vengan a echar un cable algún día en el que no tenemos clase».

Este mismo fin de semana, Xavi Pardo ha tomado parte junto a otros tres jóvenes payeses en un encuentro impulsado por la Associació d'Agricultors i Ramaders de Calvià, a través del cual se ha querido poner en valor, precisamente, el trabajo que estas personas llevan a cabo en el municipio más turístico de Mallorca.

Explica él que, pese a ser consciente de que cuatro personas no bastan para tomar el relevo generacional de quienes trabajan hoy el campo, a quienes vienen por detrás les «sobra ilusión y ganas» para coger el testigo y mantener vivo el sector primario calvianer. «Somos el relevo de los payeses de Calvià, y cuidaremos la tierra para que no sean abandonadas durante las próximas décadas», concluye.