Imagen de una tomatera. | Pep Córcoles

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Nos hemos acostumbrado a disponer de toda clase de frutas y hortalizas durante todo el año, algo sumamente contranatura que supone unos costes añadidos. Desde hace más de una semana es difícil encontrar tomate de ramellet en los mercados mayoristas. Cabe explicar que el tomate de ramellet es el que se usa, por excelencia, para elaborar el típico pa amb oli mallorquín.

Joan Vicens, miembro de la cooperativa Agromallorca de Inca, uno de los principales productores de este tipo de tomate de la isla, explica que «se han dado una serie de problemas que han provocado una disminución mayor de la cosecha de lo que es de esperar en esta época del año. Esto hace que dispongamos de poco fruto. En su mayor parte éste es absorbido por las grandes cadenas de supermercados». El responsable detalla que «normalmente hay ramellet disponible para pequeñas tiendas pero en estos momentos estamos llegando a repartirlo entre los clientes para que todos puedan tener un poco; lo estamos racionando para decirlo más claro».

Esta carestía se traduce en un evidente aumento de precio. Es cierto que se puede encontrar en una amplia gama de precios dependiendo de la calidad, pero ninguno de ellos barato. Esta misma semana el tomate de ramellet se vendía en una gran superficie de Marratxí al precio de 11,99 euros el kilo.

Jaume Pou, director técnico de Agromallorca, explica que «es normal que los meses de marzo y abril exista una bajada importante del ramellet aunque este año ha sido mucho más marcada debido a las inclemencias meteorológicas. Unas fuertes heladas acaecidas a principios de año malograron una floración y ahora lo padecemos». El ingeniero agrónomo agrega que «ahora mismo estamos en un momento de transición en el que aguantamos a las plantas viejas de los invernaderos mientras preparamos para sembrar en el exterior la cosecha de verano».

La carestía de este tipo de producto se ha traducido también en una subida de los precios. Fotos: P.C.

Pou sostiene que «esta situación era muy normal hace años pues no disponíamos de la variedad híbrida de ramellet que puede ser cultivada todo el año en exterior e invernaderos. En tiempos de nuestros padres se recolectaba la cosecha de verano y se hacían los típicos enfilalls para guardar tomate precisamente para esta época del año. No nos acordamos pero entonces los precios de los enfilalls eran también desorbitados al llegar febrero y marzo».

La variedad que usualmente se adquiere en las tiendas como ramellet, es un tomate híbrido, que reúne unas características similares a las del ramellet antiguo, pero no perdura tanto. Pou dice que «tiene algunas similitudes como es un buen sabor y que pinta muy bien el pan. Disponer de ella nos ha permitido desde hace tiempo poder ofrecer casi todo el año un tomate adecuado para el pa amb oli».

No obstante, los altibajos que se han dado este año, han provocado que algunos restauradores dejen de usar ramellet para elaborar el pa amb oli. Es el caso de Javi, propietario del restaurante Coliseo de Palma, que explica que «debido a los precios que ha alcanzado, en algunos momentos no hemos podido disponer de él. Al final hemos optado por elegir otro tomate maduro, o triturado, que aunque no se produzca aquí nos llega de forma regular y a un precio aceptable».