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Fèlix y Esteve, dos hermanos de Mallorca, se han decidido por el camino más pedregoso y polvoriento, aunque no por ello se muestran a disgusto. Al contrario, tienen fuerza y ánimo para sacar adelante el duro día a día de la pagesia en un contexto como el de la Isla, que se está quedando sin brazos para los trabajos propios de la agricultura y numerosas explotaciones y fincas sufren para subsistir.

Según explica Esteve, el propio interesado, se ha decantado por la tradición y trabajar pegado a la tierra tras culminar sus estudios de Derecho, una opción minoritaria en nuestros días en los que muchos se decantan por un trabajo cómodo de 8 a 3. Ellos en cambio se encargan del cuidado de un millar de almendros, y ahora han ampliado el 'negocio' con otros tantos algarrobos.

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En una publicación de Facebook que ha obtenido bastante repercusión entre los usuarios, reconocen a la agricultura como una de las formas básicas de generar riqueza. Ya sabemos que fiarlo todo al turismo se ha demostrado una mala idea en tiempos de pandemia.

«Hay que hacer apuestas valientes que vayan más allá. Que no nos hagan monodependientes y que diversifiquen el tejido económico de la Isla, generando puestos de trabajo dignos», explican los jóvenes mallorquines, unas reflexiones mayoritariamente aplaudidas por los usuarios.

«Desde pequeños nos dicen que la pagesia es dura, que el campo es pesado, pero aquí hay dos hombres dispuestos a todo que no piden ninguna carga ligera si no unas buenas espaldas para aguantar cualquier temporal», afirma el pagés que aprovecha para ofrecerse para cualquier gestión de fincas o temas relacionados con lo suyo: el campo y sus recursos como modo de vida.