La Associació de Varietats Locals hace años que trabaja para su recuperación. | Redacción Part Forana

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Muchas de las variedades autóctonas de Mallorca, que con los años habían caído en el olvido, se han podido recuperar gracias a la labor incansable de la Associació de Varietats Locals (AVL). Pero todo este trabajo no tendría sentido si los agricultores no las volvieran a producir para que lleguen a la mesa de los consumidores.

La empresa Agromart se ha implicado en este proyecto y ya producen todo un conjunto de productos partiendo de estas semillas que cultivaban nuestros bisabuelos y que por diferentes motivos habían quedado en desuso, casi en extinción.

Algunas de estas variedades recuperadas que ahora se comercializan son la tomàtiga de ramillete de ferro, la mutxamel, el pebre d’envinagrar o el melón Fei, además de la col borratxona o la calabaza de cabello de ángel, entre otras.

Estos días, Rafel Figuera de Agromart y Antoni Feliu, presidente de la AVL, han escenificado esta simbiosis presentando los productos hortícolas de esta temporada y que ya se encuentran a la venta. Para que el cliente los identifique llevan una etiqueta con el logo de la asociación.

Antoni Feliu explica que «la iniciativa nos encantó. Es una más para dar a conocer los productos hechos en Mallorca y de variedades de toda la vida que hicieron nuestros bisabuelos, y que toda la gente conoce». Añade que «ojalá surgieran más iniciativas de estas en la Isla; tenemos un bagaje muy grande de variedades autóctonas que es impresionante, y hacer que nuevamente puedan llegar al consumidor es fabuloso».

Rafel Figuera, responsable de Agromart, y Antoni Feliu, presidente de la Associació de Varietats Locals presentaron los productos locales que a partir de ahora estarán identificados con un distintivo propio para que los ciudadanos los puedan reconocer.

Por su parte, Rafel Figuera, agradece a «los agricultores que hay detrás de todas estas semillas que estaban dentro de un cajón sin ser visibilizadas y que ahora, año tras año, las van seleccionando y multiplicando. Es un trabajo de hormiguita que ahora los productores podemos aprovechar y comercializar para que los clientes puedan degustar otra vez los sabores de los productos de antaño», incidió.

Figuera destaca la importancia de trabajar con estas variedades, «ahora es el momento clave». «La mayoría de agricultores que todavía las producen son gente mayor, que cuando ellos falten, éstas se irán con ellos o quedarán en un cajón; de ahí la importancia de que las sigamos teniendo en el mercado», añade.

En cuanto a las variedades hortícolas que este año comercializan, el tomate de ramellet de ferro es ideal para restregar o en finas tajadas para el pa amb oli. «La piel se desgarra con mucha facilidad de la pulpa», explica Figuera. El tomate mutxamel hace años que prácticamente dejó de sembrarse al ser substituido por variedades importadas, más comerciales y más de moda. Es ideal para la ensalada. Otro ejemplo es el melón Fei, que se consume por Navidad.