Michael Douglas juntio a Carey Mulligan y Susan Sarandon en la presentación de su última película, "Wall Street: El dinero nunca duerme". | Reuters

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El actor estadounidense Michael Douglas afirmó que, tras el comienzo de su tratamiento para superar el cáncer de garganta que le fue diagnosticado, le resulta «muy difícil tragar, hablar o ingerir alimentos sólidos».

En una entrevista publicada hoy por la revista alemana «Frau im Spiegel», el actor asegura que, una vez superada la enfermedad, se volverá a poner delante de una cámara.

«La película en la que estoy trabajando ahora mismo es en la de mi enfermedad», indica la estrella de Hollywood de 66 años, quien añade que «una vez superada volveré a rodar».

«Mi cáncer de garganta es el resultado de beber y fumar», afirma Douglas, que actualmente se encuentra atendiendo un tratamiento de radioterapia y quimioterapia.

El actor, que se muestra optimista en su lucha contra la enfermedad, explica que los médicos hablan de un 80 por ciento de posibilidades de curación, aunque añade que debido al tratamiento acciones normales como «hablar, tragar o tomar alimentos sólidos me resulta muy difícil».

Preguntado por su hijo Cameron, encarcelado por tráfico de drogas, el actor explica que «eso fue una pesadilla», aunque añade que la cárcel puede haber ayudado a su hijo.

Douglas asegura también que su mujer, la actriz Catherine Zeta-Jones, es «su mejor amiga», y explica que ambos «compartimos intereses y nos respetamos mucho».

«El amor de mi familia y amigos es un gran apoyo para mí», algo que el actor ha podido constatar ante los momentos en la vida en los que vienen los problemas, según afirma.

Douglas se encuentra promocionando su última película «Wall Street: Money Never Sleeps», una secuela de la que le propició un Oscar al mejor actor, «Wall Street» (1987), que se estrenará en Alemania el próximo jueves.

Preguntado por su opinión acerca de los diferentes escándalos relacionados con el mundo financiero, el actor afirma que se considera «capitalista», pero critica las altas primas a los empleados de banca y añade que «se puede ganar mucho dinero sin llevar a cabo prácticas corruptas».