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El Parlament desbloqueará hoy la construcción del tercer polígono de Inca. Las fuerzas políticas presentes en la Cámara autonómica han consensuado una enmienda del Partido Popular al llamado 'decreto Nadal', que hoy se aprobará como ley, que permitirá salvar un trámite que impedía que la infraestructura se pudiera ejecutar. Así lo anunció ayer el todavía alcalde de Inca y vicepresidente primero del Parlament, Pere Rotger, en una rueda de prensa que debía tratar el relevo al frente del Consistorio inquer.
El tercer polígono estaba encallado hace años debido a que la legislación vigente establece el requisito de que los ayuntamientos deben haber adaptado la normativa urbanística municipal al Pla Territorial de Mallorca (PTM) antes de proceder a urbanizar nuevo suelo industrial. En el caso de Inca, el polígono no se podía desarrollar porque el Pla General d'Ordenació Urbana (PGOU) todavía no está adaptado al Plan Territorial.
Aprovechando la tramitación del llamado 'decreto Nadal' como ley, el PP presentó una enmienda para que este requisito desapareciera. «En tres meses de negociación en el Parlament habremos conseguido aquello por lo que habíamos luchado sin éxito durante años», dijo Rotger refiriéndose al acuerdo alcanzado con el resto de fuerzas, pese a reconocer que al fin y al cabo no deja de ser «una chapuza nacional».
Una vez se haya eliminado el requisito, el Ajuntament d'Inca deberá redactar el plan parcial del tercer polígono y enviarlo al Consell de Mallorca para que lo apruebe, «pero tenemos el compromiso de que entrará al Consell y a los dos minutos saldrá con el visto bueno», aclaró Rotger. El paso siguiente será la aprobación del pliego de condiciones del concurso y una vez adjudicado se podrán comenzar las obras. «Dentro de dos años y medio podría funcionar», auguró Rotger.
Deuda municipal
El todavía alcalde de Inca también se refirió a los ingresos que obtendrá el Ajuntament gracias a la venta de los solares que ganará con la urbanización del polígono. Rotger estimó dichos ingresos en una docena de millones de euros y manifestó que «podrían destinarse a amortizar la deuda municipal existente, que ronda los 20 millones de euros. Esta decisión, no obstante, la tomará quien sea entonces el alcalde de Inca.
Precisamente el relevo al frente del Consistorio era el tema sobre el cual debía versar la rueda de prensa que ofrecieron Rotger y su sucesor, Rafel Torres. En este sentido, Rotger dijo que Torres «no ha sido digitado ni es mi niño mimado, sino que siempre ha estado en el barco y ha trabajado muchísimo». «Siempre ha estado a mi lado y conoce de primera mano cómo funciona el Ajuntament», añadió.
Torres, por su parte, correspondió a los elogios de Rotger aclarando que pese a marcharse, el alcalde «siempre estará presente» en el equipo de gobierno. «No se cierra ninguna puerta, sino que se abre otra», dijo.