Jesús Castro, Pilar Ruiz, Eleonor Rosselló, Meiling Wu y Guillem Rosselló. | Eugenia Planas

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El restaurante chino Pato Pekinés, de la calle Joan Miró 308, en Cala Major, abrió de nuevo sus puertas a la fiel clientela de siempre y en el mismo local donde estuvo ubicado hace unos años. En un magnífico enclave de esta barriada palmesana, junto a la playa y rodeado de comercios, Pato Pekinés se alza sobre la calle principal, mostrando de nuevo sus peculiares luces rojas y tenues en un espacio con carácter.

Es un local que recuerda aquellas villas de los años cincuenta donde los palmesanos veraneaban en una época en que aún no se conocían las delicias asiáticas. De la mano de su propietaria, Meiling Wu, y del chef Xin Keng Cheng, se ofreció una cena buffete que congregó a cerca de setenta personas. Con la luz de sus farolillos exteriores iluminando el ambiente, los asistentes disfrutaron del impecable servicio, las salsas sobre platos cocinados con esmero y los ingredientes de calidad. El sabor de Pato Pekinés atrajo a amigos y clientes amantes de la buena cocina.