El actor estadounidense George Clooney (i) posa con su premio a Mejor Actor dramático por su rol en la película "The Descendants" junto a su novia, Stacy Keibler. | Efe

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La película muda «The Artist» y el drama íntimo «The Descendants» se repartieron hoy la gloria en la 69 edición de los Globos de Oro con tres y dos galardones, respectivamente, en una gala de tres horas efectiva pero sin apenas comentarios políticamente incorrectos.

«The Artist» se llevó las estatuillas a la mejor comedia o musical, al mejor actor en ese campo (Jean Dujardin) y a la mejor banda sonora original (Ludovic Bource), mientras que «The Descendants» consiguió los premios al mejor drama y al mejor actor de drama (George Clooney).

En las principales categorías destacó el octavo Globo de Oro en la carrera de Meryl Streep, esta vez por «The Iron Lady» como mejor actriz de drama, y el primero obtenido por Michelle Williams, en su caso por «My Week With Marilyn», como mejor actriz de comedia o musical.

Precisamente Marilyn Monroe ganó ese mismo premio hace 52 años, por «Some Like It Hot».

Streep suma así otra estatuilla tras las logradas por «Julie & Julia» (2009), «The Devil Wears Prada (2006)», «Angels in America» (2003), «Adaptation» (2002), «Sophie's Choice», (1982), «The French Lieutenant's Woman» (1981) y «Kramer vs. Kramer» (1979).

En los premios a las mejores interpretaciones de reparto los agraciados fueron el veterano Christopher Plummer, de 82 años, por «Beginners», y Octavia Spencer por «The Help», un drama sobre la segregación racial en Estados Unidos en la década de 1960.

El trofeo al mejor director fue para Martin Scorsese por «Hugo», su primera obra en 3D. Es el tercer Globo de Oro para el cineasta neoyorquino tras los logrados por «The Departed» (2006) y «Gangs of New York» (2002).

Asimismo «The Adventures of Tintin», de Steven Spielberg, se llevó el premio a la mejor película de animación, mientras que «Midnight in Paris», de Woody Allen, consiguió el trofeo al mejor guión original.

Allen, como es habitual, no acudió a la ceremonia pero sí lo hizo Spielberg, quien dijo sentirse «fantástico». «Gracias a Sony y Paramount porque con su confianza podíamos haber rodado hasta la guía telefónica si hubiéramos querido, pero no, rescatamos una fantástica serie de libros de hace 80 años y lo convertimos en una película», comentó el «Rey Midas» de Hollywood.

Por su parte la cantante Madonna gozó de gran protagonismo durante la gala. Primero con el premio a la mejor canción original ("Masterpiece», del filme «W.E."), y después como presentadora de la categoría de mejor filme de habla no inglesa, que fue a parar a la iraní «A Separation», por encima de, entre otras, la española «La piel que habito», de Pedro Almodóvar.

La célebre cantante le siguió el juego al maestro de ceremonias, Ricky Gervais, y replicó así a una broma efectuada por el humorista británico: «Si aún crees que soy virgen, ¿por qué no vienes a hacer algo? Venga, no he besado a ninguna chica en unos cuántos años... al menos en televisión».

Ese comentario, al igual que las apariciones en español de Antonio Banderas y Sofía Vergara, fueron algunas de las notas cómicas destacadas, como la sinceridad de Seth Rogen al presentar un premio con la guapa Kate Beckinsale. «Ahora mismo estoy evitando una enorme erección», se atrevió a decir el actor ante las carcajadas del público y el rostro entre avergonzado y desencajado de su compañera en el escenario.

Por último Morgan Freeman recibió el premio honorífico Cecil B. DeMille por su trayectoria profesional, un galardón que le fue entregado por Sidney Poitier. «En las películas he sido Nelson Mandela, el presidente de EEUU e incluso Dios. He trabajado con gente que admiro y me lo he pasado en grande. Dicen que si te dedicas a algo que amas nunca llegas a trabajar. Pues en ese caso no he trabajado en los últimos 45 años de mi vida. Mi pasión siempre fue la actuación», concluyó el intérprete.