De derecha a izquierda: Albert Puig, Bárbara Torella, Caty Alemany, Miguel Reynés, Ramute Lukstate, José Antonio Fernández de Alarcón y Pere Torrens. | Esteban Mercer

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El pasado viernes 1 de diciembre se celebró en el Castillo Hotel de Son Vida la cena de gala de APD junto a la colaboración de Polarier, Riu y Robot. Más de un centenar de directivos de Baleares participaron con el fin de estrechar lazos, celebrar los logros de este año y prepararnos para el 2024 con energía y optimismo, lo hicieron vestidos de gala, las señoras de largo y los señores de esmoquin. De esta manera tan simple y al mismo tiempo tan sofisticada la asociación y sus miembros celebran los esfuerzos y los logros de sus empresas, por lo general, sus vidas ligadas a ellas.

En la noche de Son Vida el papel protagonista fue la magia. Las empresas así lo hacen a diario, adaptándose a los retos que la realidad impone, en palabras del presidente de APD Baleares Llorenç Fluxà: «Vemos 2024 con mucha ilusión y nos alegra visualizarlo con vosotros, trabajando con el fin de diseñar experiencias que favorezcan el desarrollo profesional de los equipos». Asimismo, se contribuyó con un proyecto de índole social, destinando el 10 por ciento de lo recaudado por comensal al Banco de Alimentos.

Podría acabar aquí, pero se perderían la verdadera ilusión que generó la velada. La recepción de las personalidades que asistieron tuvo lugar en el patio que rodea la escalinata del hotel. Fue el lugar para el encuentro y los reencuentros. La Navidad ya estaba presente en todas partes ayudando a la magia que poco a poco fue generándose. Tras las copas de bienvenida procedimos a bajar al comedor en el que se sirvió una cena deliciosa. Hubo discurso como ya les he comentado y también la actuación, entre plato y plato de un mago sensacional que nos dejó a todos con la boca abierta.

Tras los postres sonaron los altavoces de Paco Colombás y comenzó el baile, las copas, las bromas y el buen humor se multiplicó por mil. Una amiga muy querida y ya desaparecida contaba que la gente que tiene mas responsabilidades es la que más aprovecha las noches de diversión. Lo he comprobado muchas veces, es señal de inteligencia hacerlo. Divertirse es sin duda la mejor de las medicinas. ¡Qué bien lo pasamos! Cotillee con las señoras toda la velada, soy tremendo.