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Viti Vinci, empresa mallorquina especializada en la creación de aromas naturales y artesanales, organizó la pasada semana uno de los eventos más especiales que se pueden disfrutar en Mallorca. Es para vivirlo. Un paseo sensorial por uno de los espacios más singulares y emblemáticos de la Isla, la gran Raixa, destruida por arquitectos paletos que la llenaron de corten. Sus jardines sobreviven –gracias a Dios–, jardines diseñados por Giovanni Lazarini, repletos de historia y que se extienden por la ladera de sa Muntanyeta. Son un lugar de inspiración, de contemplación, ideal para cerrar los ojos y oler las maravillas que nos ofrece.

Los participantes en la propuesta de Viti Vinci pudieron recorrer estos jardines y oler las diferentes intensidades, matices y aromas que aportan las plantas, muchas de ellas aromáticas propias de la paleta mediterránea. Mediante la recolección de pequeños trocitos de planta, los miembros de Viti Vinci fueron explicando las diferentes notas olfativas que componen cada una de ellas, para que los participantes pudieran inspirarse y entender mejor cómo se puede dialogar con la naturaleza mediante uno de sus principales lenguajes, que son los aromas. La experiencia olfativa fue magnífica, pues en esta época del año, en primavera, las plantas nos regalan toda su intensidad, y sencillamente cerrar los ojos y aprender a ‘escuchar’ el latido de las esencias es una experiencia inolvidable, que nos ayuda a apreciar mejor la importancia de la biodiversidad.

Además, los integrantes de Viti Vinci, Víctor Alarcón y Caroline Leclerc, ofrecieron la posibilidad de oler y tocar diferentes aceites esenciales que elaboran con las mismas plantas que se estaban oliendo, para poder comprobar cómo se conserva la esencia natural en ellos, y para ver también las diferencias y las texturas. Otro de los puntos de la jornada que generaron gran interés fueron las explicaciones sobre las propiedades de las plantas, de sus aromas, y por supuesto de los aceites esenciales. También se abordaron los usos en perfumería, la historia, y la tradición vinculada a la creación de aromas naturales a partir de la extracción de esencias de las plantas. Después de este intenso recorrido, la propuesta llevó a los participantes hasta el huerto, otro elemento fundamental de Raixa.

Allí también se pudieron oler diferentes plantas, y después se finalizó la visita con una sorpresa: un perfume inspirado en los jardines de Raixa estaba aguardando a los participantes. Con esta cata, todos pudieron comparar y entender mejor la diferencia entre las notas sueltas de cada planta y de sus aromas, y después una ‘composición completa’ que es un perfume, la combinación de diferentes notas. Una jornada impresionante llena de sensaciones y emociones, que nos recordaron una vez más la importancia de las plantas mediterráneas, y de la naturaleza en general. Son fuente de salud y bienestar, y ahora en primavera son un auténtico tesoro que debemos aprender a interpretar. Maravillado estoy.